RELIGIÓN GRADO OCTAVO

CORDIAL SALUDO



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LOS OTROS ME NECESITAN LECTURA COMPLEMENTARÍA 

Ética para adolescentes postmodernos.

Héctor Zagal y José Galindo 

https://tlamatinime2aepoca.files.wordpress.com/2018/02/zagal-etica-para-adolescentes-posmodernos.pdf


INDICADORES PRIMER PERIODO

SABER SER

Afianza su fe de acuerdo a la comunidad en la que se encuentra

SABER SABER

Cuestiona su identidad como integrante de una comunidad en particular

Identifica las características de las comunidades familiares, escolares, políticas, culturales, sociales y religiosas junto con las formas de participación en ellas.

SABER HACER

Promueve en el medio escolar relaciones de cooperación, solidaridad y trabajo en equipo.

SABER CONVIVIR

Reconoce la importancia de respetar  las diferentes creencias  y culturas.

TEMAS PRIMER PERIODO

Autonomía y tolerancia.

Condiciones para relacionarme con los demás.



INDICADORES SEGUNDO PERIODO

SABER SER

Utiliza la creatividad a la hora de entregar sus deberes académicos

SABER SABER

Reconoce la necesidad de relacionarse con los demás.

Analiza la importancia de una buena comunicación.

Identifica al diálogo como herramienta fundamental para solucionar conflictos.

SABER HACER

Narra sus propias experiencias referentes a los temas propuestos.

Utiliza aplicaciones virtuales para realizar videos o situaciones que fomenten el diálogo.

SABER CONVIVIR

Brinda sus diferentes opiniones y respeta la de los demás.


TEMAS DEL SEGUNDO PERIODO


La intencionalidad de la comunicación.

Relaciones interpersonales.

Comunicación y sus resultados.

Críticas hacia la situación de derechos humanos en Colombia y su comunidad.


INDICADORES TERCER  PERIODO

SABER SER

Sustenta argumentos porque no pueden existir comunidades auténticas sin amor.

SABER SABER

 Analiza y confronta sus opiniones y comportamientos morales

SABER HACER:

Explica la importancia de la identidad religiosa

Identifica aspectos comunes sobre la moral en las tradiciones religiosas

SABER CONVIVIR:

Valora las relaciones afectivas que hacen parte de su entorno 

TEMAS DEL TERCER PERIODO

La familia como eje central de la sociedad.

Somos seres sociales y cristianos.

Nuestro compromiso con la iglesia

Conflictos familiares.

Soy comunidad.

Dios y la familia

Cómo fortalecer las relaciones familiares.


INDICADORES CUARTO  PERIODO

SABER SER

Fomenta un buen clima que permite el desarrollo de las clases.

SABER SABER

Analiza sobre los dilemas morales a los que se ve enfrentado el ser humano

SABER HACER

Establece relaciones de diferencia y semejanza entre criterios dados por la ética ciudadana y la moral religiosa, para asumir los retos actuales de la sociedad

SABER CONVIVIR

Reconoce en su entorno las manifestaciones de corrupción y las iniciativas de lucha contra ese mal social.

TEMAS DEL CUARTO PERIODO

Poder y autoridad y legitimidad

Libertad y verdad.


PRIMER PERIODO


Tolerancia, libertad de conciencia y autonomía

Con los aportes de Locke (1689) y Voltaire (1763) se ha entendido que la pluralidad de concepciones de bien –de lo que es una buena vida– se puede garantizar bajo la idea de tolerancia. La tolerancia la podemos definir como “la aceptación condicional o no interferencia con las creencias, acciones o prácticas que se consideran erradas o equivocadas, pero que aún así son aceptables” (Forst 2007 1). Siguiendo a Forst (2013; 2007), la tolerancia tiene un componente de rechazo. Aquello que tolero debe ser algo con lo que no estoy de acuerdo, considero equivocado o errado o que en algún sentido me perjudica. Sin este componente de rechazo no tiene sentido hablar de tolerancia, ya que no se puede hablar de tolerancia si ni siquiera rechazo algo. Por otra parte, la tolerancia tiene un componente de aceptación, pues la tolerancia exige aceptar aquello que se ha rechazado. Si el agente no está en condiciones de aceptar lo que rechaza, sino que es obligado o coaccionado a aceptar lo que rechaza, entonces hablamos de resignación u obligación y no de tolerancia.

Partiendo de la concepción moderna de tolerancia, el objeto de tolerancia era principalmente la conciencia religiosa de cada persona. Tanto Locke como Voltaire se esforzaron por mostrar que la libertad religiosa del individuo solo puede darse en un contexto social tolerante: aun cuando no comparta la misma idea de bien de otras personas, es necesario tolerar la diversidad y la divergencia, porque es justamente la tolerancia recíproca lo que garantiza que mi idea de bien sea respetada. La posibilidad de vivir de acuerdo a mis preceptos religiosos depende de la posibilidad que tienen otros de vivir de acuerdo a sus propios preceptos.

En las sociedades actuales, gracias a esta herencia de la Modernidad, la tolerancia está principalmente enfocada al individuo, es decir, que tolerar significa tolerar la libertad de conciencia individual. Como ejemplo cercano basta con revisar la larga lista de derechos básicos que actualmente protegen específicamente al individuo: libertad religiosa, libertad de expresión, libertad de asociación, entre otros. En general, se puede hablar de que existe una profunda relación entre la tolerancia y la idea de libertad de conciencia individual (Kymlicka 82). En este sentido, una acción que promueva la libertad de conciencia individual es juzgada como una acción tolerante (p.e. la libertad religiosa); y una acción que ataque la libertad de conciencia del individuo es vista como una acción intolerante.1

Sin embargo, la idea de libertad de conciencia como la entendía Locke o Voltaire no es exactamente la misma que nosotros tenemos. Este cambio se debe principalmente a la gran influencia de la filosofía kantiana. Kant introduce la idea de que un agente libre es un agente autónomo, y sostuvo que el agente autónomo es aquel que se impone a mismo la ley producto de la racionalidad práctica (FMC A74). El hombre es libre en la medida en que actúa motivado por deberes que él mismo se impone. Por eso es que el agente libre es, al mismo tiempo, un agente moral y autónomo. La gran idea de Kant consiste en que la voluntad subjetiva del agente se coordina con la universalidad objetiva de la racionalidad práctica.

1 Con esto no quiero decir que toda acción tolerante debe promover la libertad de conciencia individual. Como lo muestra Kymlicka (1996), la tolerancia –al menos en una versión vertical (Forst 2013 26ss)– es compatible con un ataque a la autonomía individual: tolerar la concepción de bien de un grupo o cumunidad (p.e. una comunidad religiosa) no necesariamente garantiza la libertad del individuo, cuando un miembro de este grupo va en contra de las leyes internas de su comunidad. En §8 se verá un ejemplo de tolerancia a comunidades.

Por otra parte, alcanzamos una idea de tolerancia que, al depender de la herencia moderna de autonomía, también impone exigencias de racionalidad: una acción es tolerable –o más tolerable– en la medida en que responda a criterios de racionalidad; y una revisión o cambio en la concepción de bien es tolerable –o más tolerable– en la medida en que el agente pueda justificarla racionalmente. Parece, entonces, que las acciones o situaciones que consideramos tolerables deben cumplir con los criterios de racionalidad característicos de la autonomía. En este enfoque, es justamente el carácter racionalista lo que determina la posibilidad de la tolerancia. En lo que sigue intentaré mostrar, en contra de esta idea, que la idea de tolerancia no puede agotarse exclusivamente en los criterios racionales de la autonomía.

Cuando la tolerancia va ligada a la idea de igualdad entre las distintas formas de vida, se configura, de modo esencial, el tipo de relaciones personales que se establecen en una sociedad. La tolerancia, cuando presupone la igualdad, configura la forma de ser de las relaciones entre individuos porque se dan con base en la reciprocidad. No puedo pretender que la tolerancia aplique para unas formas de vida (autónomas) y no aplique para otras formas de vida (no autónomas). El derecho a ser tolerado es recíproco: si exijo mi derecho a vivir según mis nociones constitutivas de bien, no tiene sentido negársela a los otros –aunque esas otras formas de vida no sean, en sentido estricto, autónomas–, porque caeríamos en una suerte de absurdum morale ya que no puedo negar a mis iguales lo que yo deseo para mí mismo. La libertad de vivir según las concepciones constitutivas de bien solo tiene sentido si es una libertad igual para todos.


https://www.youtube.com/watch?v=7w4i8s6arnI


https://www.youtube.com/watch?v=xbrWE1pm_Ag



Las condiciones para una relación eficiente, entre otras, son

Comunicación eficaz: Por medio de una buena comunicación se llega a la comprensión, a la acción, al convencimiento.

Relaciones humanas: Algunas actitudes que proporcionan una excelente interacción y hacen gozar a la persona del aprecio de quienes le rodean .

La empatía: Es la capacidad de interactuar con las personas en comunicación participativa y en igualdad.

La confianza: Es creer siempre en la buena intención y en la bondad de los sentimientos del otro, pese a las dificultades que puedan surgir.


BARRERAS PARA LA COMUNICACIÓN

Distorsionar la información

Confundir el significado de las palabras

Tener una actitud errada

Hacer preguntas erradas

Argumentar o contra argumentar sin llegar a ningún acuerdo.


LOS REQUISITOS FUNDAMENTALES PARA LA COMUNICACIÓN SON:

La sinceridad

La honestidad

La veracidad

La prudencia.




Di "te amo" a los que amas.

Nadie llega a convertirse en humano si está solo: nos hacemos humanos los unos a los otros. No seríamos lo que somos sin los otros, pero nos cuesta ser con los otros. Es un hecho que necesitamos de los demás. Nadie puede vivir solo, siempre necesita de alguien para conseguir lo mínimo para vivir, ya sea el alimento, el vestido, la vivienda. Pero la necesidad de los otros va más allá. Necesito de los otros para nacer, desarrollarme como persona mediante la educación, para comunicarme, para amar y ser amado. En todos los ámbitos de la vida, necesitamos de los otros.

Sabías que... Los cristianos creemos que Jesús, el Hijo de Dios, es Dios y hombre. La Iglesia afirma, tomando como base los datos de la Biblia, que Jesús fue semejante a nosotros, menos en el pecado. Como todo ser humano, Jesús necesitó de algunas personas para satisfacer sus necesidades físicas, intelectuales, afectivas y espirituales.

Compromiso evaluativo 1, para socializarlo en clase:

a. ¿Qué necesidades físicas, intelectuales, afectivas y espirituales tenemos los seres humanos?

b. ¿Cómo podemos satisfacer esas necesidades? ¿Puedo hacerlo solo o sola?
c. ¿Los otros pueden ayudarme a satisfacerlas? ¿En concreto, cómo ayudan los demás a satisfacer mis necesidades?

3- Reflexiona y escribe en tu cuaderno   el modo como algunas personas me han ayudado en mi vida a satisfacer mis necesidades, a través del tiempo y su aporte a mi vida.




SEGUNDO PERIODO 

La intención comunicativa es entendida como la función de comunicarse con el objetivo de provocar algo en el receptor del mensaje: que lo entienda de una determinada manera y/o que actúe de una forma concreta tras recibir la información. Dependiendo del objetivo que el emisor quiera conseguir, se utilizará un tipo de comunicación u otra (oral o escrita), un lenguaje determinado o una entonación concreta, centrándose en los aspectos más adecuados para lograr lo que pretende con el mensaje.

En el lenguaje existen diferentes funciones para comunicarse, relacionadas con la intención que tiene el emisor del mensaje y dependiendo de qué elemento comunicativo se enfatice:

  • Emotiva: su intención es expresar los propios sentimientos, destacando el papel del emisor.
  • Representativa: da una información clara y concreta sobre un tema, dando valor al contexto.
  • Apelativa: intenta influir en los actos del receptor.
  • Poética: transmite un mensaje de forma agradable, como es el caso de la poesía.
  • Fática: busca comprobar que el receptor puede escuchar al emisor, resaltando el canal que se utiliza.
  • Metalingüística: explica diferencias de la lengua, resaltando el código que se utiliza.

Tipos de intención comunicativa

La intención comunicativa puede tener diversos objetivos, por ello también se pueden observar diferentes tipos:

  • Intención informativa: el emisor pretende informar de un tema concreto, para lo que utilizará datos y hechos reales que aporten contenido al mensaje.
  • Intención persuasiva: el objetivo del emisor es convencer al receptor mediante argumentos y el uso de las palabras adecuadas para ello.
  • Intención apelativa: se usa para dar una orden o indicar los pasos a seguir mediante palabras directas y sencillas.
  • Intención de advertencia: es la intención empleada para avisar de un peligro.

Además, existen otros muchos tipos: como puede ser en un texto escrito (como un cuento) la de contar o narrar una historia, en un texto argumentativo la intención de defender una idea, etc.

 Las relaciones interpersonales

Las relaciones interpersonales abarcan toda aquella relación que pueda mantenerse entre seres humanos, puede ser una relación de amistad, familiar entre padres e hijos, relación de pareja o entre compañeros de trabajo, escuela y universidad. Estas forman parte importante de nuestra vida, sin que las mismas impliquen un vínculo de confianza o intimidad.

Las relaciones como ves incluyen la interacción social con otras personas, ya sea en un entorno familiar, laboral o en otros grupos sociales lejos del núcleo familiar, sin este tipo de relaciones se dice que el ser humano no podría sobrevivir, pues nos encontramos en constante evolución y además tenemos el instinto de aprender, conocer, experimentar y lograr nuestro propio bienestar

¿Cuál es la importancia de las relaciones?

Como te hemos mencionado, las relaciones motivan la interacción entre seres humanos, esta interacción personal también puede ser llamada afiliación, y se refiere a que es una necesidad del ser, fundamental para su existencia individual y colectiva.

Un ejemplo de esta afiliación ocurre con los bebés, por ejemplo, de estos no contar con personas adultas que pudieran cuidarlos y alimentarlos, los bebés no lograrían una vida muy larga y de calidad justa para que estos crezcan y continúen con la evolución.

Existen algunos beneficios de la afiliación como:

 

  1. Comparación social
  2. Reducción de ansiedad
  3. Búsqueda informativ 

1- Comparación social

Cuando una persona se encuentra frente o dentro de una situación en particular, sin conocimiento acerca de cómo debe actuar, esta simplemente puede notar el comportamiento y actitudes de personas a su alrededor para diagnosticar y adoptar cual puede ser la reacción correcta ante tal situación.

2- Reducción de la ansiedad

En ejemplo de la definición anterior, frente a una situación particular en la que un individuo se encuentre bajo un estado ansioso o nervioso, este preferirá encontrarse en la misma situación, pero con alguna compañía, pues la interacción con otros individuos puede implicar distracción de tal situación, así mismo reducir el nivel de estrés que pueda tener esa persona, al “olvidar” el por qué se encuentra en el lugar en primera instancia.

Por otro lado, el efecto de reducción de ansiedad no siempre es efectivo si la persona que acompaña se encuentra bajo los mismos efectos, estos al contrario pueden provocar aún más ansiedad, a esta señal la podemos vincular con la que hemos mencionado anteriormente, la comparación social, si el ser humano nota que esta frente a un grupo con actitudes ansiosas, el mismo intentara averiguar por qué se encuentran en ese estado y quizás adoptar el mismo nerviosismo.

 

3- Búsqueda informativa

En otro escenario, esta vez frente a una situación grave o de peligro, los individuos pueden buscar por compañía que les permita sacar información acerca de cómo se debe afrontar el peligro.

A pesar de estos puntos, la afiliación no solo ocurre al momento de que personas se encuentren en situaciones de peligro, estrés o incertidumbre, la necesidad de compañía y relación con otros también puede ocurrir en diferentes situaciones de agrado para el ser humano, pues esto aumenta el bienestar ligado al afecto, así como los vínculos sociales que permitan buenas experiencias, con ello un incremento de la autoestima.

¿Cómo se vinculan las relaciones y el bienestar?

Las relaciones están vinculadas principalmente con el bienestar, aunque el mismo pueda resultar en malestar y sufrimiento, de allí que hasta la fecha y desde toda la historia de la humanidad, existan los aspectos negativos como la baja autoestima, la depresión y la falta de habilidades sociales que al fin solo intensifican los demás aspectos negativos.

Inicio de las relaciones interpersonales

Todavía hoy día existen personas que en toda su vida apenas han conocido a un pequeño grupo de personas, como ejemplo se puede mencionar algunas tribus que mantienen su población únicamente para los suyos, fuera de límites territoriales estos no interactúan con otros individuos ni tienen la necesidad de conocerlos.

Frente a este concepto se pueden plantear algunas preguntas importantes, como ¿De qué depende o por qué en necesario entablar amistad con otras personas?

Esta disyuntiva puede responderse con algunos puntos a continuación:

1- Importancia bajo el contexto social

El ser humano por instinto buscara la aprobación de su grupo social, por esto que según diferentes culturas exista la necesidad de contraer matrimonio o iniciar una relación cuando ocurre algún tipo de atracción entre los individuos.

Hay inclusive culturas que aceptan las relaciones afectivas solo si estas cuentan con la particular emoción de atracción, definiendo esta como una parte importante e indispensable para la durabilidad de las relaciones, hablando en este caso especial de las relaciones amorosas.

2- Atracción y relaciones interpersonales

La atracción es un tipo de fenómeno que ocurre mayormente al momento en el que un individuo siente el instinto de vincularse o entablar algún tipo de relación con otra persona, esto puede ocurrir de manera voluntaria, por un lado, pues si bien al comienzo puede existir atracción, dependerá del individuo y de su capacidad y habilidad social iniciar una interacción con la otra persona.

Una vez establecida la relación, si no se mantiene la atracción entre ambas partes, son mayores las probabilidades de que estos permanezcan en contacto aun y cuando las condiciones que motivaron a las dos personas a relacionarse desaparezcan, un ejemplo de ello puede mencionarse en algún ámbito laboral, en el que se mantenga alguna relación amistosa o amorosa luego de no encontrarse en el mismo espacio laboral.

3- Familiaridad

Es más frecuente que las personas con las que se mantiene mayor contacto sean con las que se establezca una relación amistosa o amorosa, dado a que el tiempo en el que se interactúa ayuda a que ambas partes se sientan más seguras entre sí, puede motivar la confianza entre compañeros, por lo que la atracción puede surgir gracias a la sensación de familiaridad que sucede entre los pares.

Esto se debe también a que, de manera intuitiva, mientras más se conoce a otra persona, la capacidad para predecir su conducta aumenta y así se investiga a la par si esa persona comparte actitudes con uno mismo.

4- Semejanza

Esta puede ocurrir en diferentes aspectos como: la personalidad, en las actitudes o en el “yo” ideal, en este punto se puede decir que la semejanza puede ser gran motivadora para que nazca la atracción, pues mientras más se encuentren similitudes entre los pares, más atraídos podríamos sentirnos hacia esa persona.

¿Qué son las relaciones interpersonales?

Cuando hablamos de relaciones interpersonales, nos referimos al modo de vincularse que existe entre dos o más personas, basándose en emociones, sentimientos, intereses, actividades sociales, etc.

Este tipo de relaciones son la base de la vida en sociedad y se dan de distinto modo en numerosos contextos cotidianos, como la familia, los amigos, el entorno laboral, clubes deportivos, matrimonios, y muchas más, siempre y cuando existe en ellos la posibilidad de que dos o más personas se comuniquen de manera sostenida.

Además, forman parte de la vida humana a niveles tan profundos que pueden estar incluso reguladas por la ley, por convención o por la costumbre. Así se crea un entramado complejo de vínculos y grupos sociales que constituyen la sociedad por completo. De hecho, el manejo de las relaciones interpersonales es un hito fundamental en el crecimiento del individuo.

Las relaciones interpersonales pueden ser muy diversas y complejas, y algunas puede que incluso no tengan un nombre. Pero a grandes rasgos solemos reconocer más o menos las siguientes:

Relaciones íntimas o afectivas

 Aquellas que persiguen una conexión profunda con otros individuos, y que básicamente comprenden los distintos grados del afecto. Se trata de vínculos de enorme confianza y que buscan perdurar en el tiempo, asociados a sensaciones placenteras y de protección, solidaridad y pertenencia. Tal es el caso del amor y la amistad, por ejemplo.

Relaciones superficiales

Aquellas que se manejan en una capa inicial del conocimiento de los individuos, o sea, en las etapas formales y no muy profundas, ya sean placenteras o no. Se trata de vínculos pasajeros, no demasiado importantes ni centrales en la vida emocional del individuo (a diferencia de los íntimos). Es el tipo de relaciones que forjamos con desconocidos, con personas que sabemos efímeras o con el compañero de asiento de un avión, a quien nunca volveremos a ver.

Relaciones circunstanciales

Aquellas relaciones que ahondan en el espectro intermedio entre lo íntimo y lo superficial, ya que involucran a personas con las que compartimos a menudo, pero por las cuales no sentimos un apego demasiado profundo. Este tipo de vínculos puede siempre trascender y hacerse profundos, hasta hacerse superficiales. Es lo que ocurre con nuestros compañeros, por ejemplo:

Relaciones de rivalidad. Aquellas que parten, justamente, de la enemistad, de la competencia o de emociones más profundas, como el odio. Se trata de vínculos en general negativos, que movilizan nuestras emociones en mayor o en menor medida, pero que no valoramos como con nuestras relaciones íntimas, aunque siempre pueden cambiar de categoría, dependiendo de las circunstancias. En esta categoría están nuestros rivales y enemigos.

Relaciones familiares. En esta categoría se encuentran las personas junto a las cuales nacimos y con las que nos vincula un árbol familiar o genealógico, es decir, con las que compartimos un vínculo consanguíneo. En muchas de ellas hay también cierto principio de autoridad, y por ellas podemos llegar a sentir amor o antipatía. Además, en general podrían ser más o menos profundas o superficiales, pero a diferencia de las demás, suelen persistir enormemente en el tiempo. Obviamente en esta categoría el ejemplo ideal son nuestros padres.

Importancia de las relaciones interpersonales

El manejo de las relaciones interpersonales son la base de la personalidad humana y un factor ineludible en nuestra forma de vivir. Esto significa que son centrales en nuestro recorrido y que pueden ser fuente de enormes satisfacciones, o de mucho sufrimiento, dependiendo de las elecciones que hagamos y del tipo de vínculos que establezcamos con los demás.

Relaciones más armónicas con los otros suelen generar individuos socialmente más saludables, más flexibles y tolerantes, o al menos con más herramientas para integrarse al colectivo y manejarse más exitosamente ante los demás.

Los defensores y defensoras de los derechos humanos seguían sufriendo agresiones, amenazas y hostigamiento a causa de su labor; quienes defendían la tierra, el territorio y el medioambiente corrían especial peligro. Persistían los asesinatos y amenazas contra excombatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (FARC-EP). Continuaron los ataques contra los medios de comunicación y su personal, lo que amenazaba la libertad de expresión. Se denunció el uso excesivo e innecesario de la fuerza por parte de autoridades del Estado. Líderes y lideresas y defensores y defensoras indígenas fueron objeto de agresiones y asesinatos y, en zonas del país donde aún había grupos armados de oposición en activo, las comunidades indígenas y afrodescendientes sufrieron desplazamiento forzado y, en algunos casos, afrontaron crisis humanitarias. 

El informe final de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición reconoció que se habían cometido actos de violencia reproductiva durante los decenios que había durado el conflicto armado (1964-2016). Varios exmilitares, civiles y excomandantes de las FARC-EP fueron acusados formalmente ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) de crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra cometidos durante el conflicto. Se despenalizó el aborto. Continuaron las agresiones contra las personas LGBTI. Persistía la violencia de género, y las personas sobrevivientes seguían teniendo dificultades para acceder a justicia, verdad y reparación. Las refugiadas venezolanas sufrían violencia y discriminación basadas en la nacionalidad y el género.

Ningún país del mundo ha concebido y puesto en marcha un proceso de justicia tan amplio y polifacético como Colombia. Esta justicia transicional nació del histórico acuerdo de paz, a finales de 2016, entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Juicios, búsqueda de la verdad, reparaciones, reformas agrarias y de otro tipo, derechos de los pueblos indígenas, búsqueda de los desaparecidos, reinserción de excombatientes, iniciativas de reconciliación, trabajo de memoria... En medio de un contexto político polarizado, Justice Info informa y analiza cómo el país está implementando un proyecto extremadamente ambicioso, cada uno de cuyos componentes está vinculado a los otros. Un experimento que inevitablemente será analizado y estudiado en todo el mundo.

La idea de que los seres humanos tienen unos derechos anteriores al Estado, que éste debe respetar, surgió en el siglo XVII, con Hobbes y Locke, y se convirtió, con la declaración de independencia de los Estados Unidos de 1766 y en la Declaración de los Derechos Humanos de Francia, en 1789, en base de las constituciones modernas. Estos principios, que Antonio Nariño divulgó en 1795, se incorporaron en formas diversas a las constituciones de nuestro país a partir de 1810.

Sin embargo, la tradición legal española también protegía bienes y derechos de las personas y, como en toda sociedad estamental, los poderes del monarca estaban limitados por los fueros y derechos de pueblos y estamentos. El rey, al fijar tasas u ordenar un castigo, debía respetar fueros y tradiciones, y en ciertas circunstancias los súbditos podían, si la creían arbitraria o pensaban que podía producir una injusticia, aplazar el cumplimiento de una norma: esta especie de tutela se hacía reconociendo la ley pero dejando su aplicación para cuando el rey la revisara: "se obedece, pero no se cumple".

Por otra parte, la relación con indígenas y esclavos obligó a definir los derechos de estos grupos. La corona, alertada por Bartolomé de Las Casas y otros sacerdotes, adoptó una reglamentación protectora de los indios y, en menor escala, de los esclavos, que buscaba ante todo cristianizar estas poblaciones, y garantizar su conservación frente a los excesos de los colonos. La esclavitud de los negros se mantuvo y las medidas para protegerlos se centraron en prohibir a los amos darles muerte, permitir su libertad en ciertos casos y regular otros asuntos menores. Nunca surgió la idea de que los esclavos, como seres humanos iguales ante Dios, tuvieran un derecho a la libertad.

Los indios fueron declarados vasallos libres de la corona, pero después de la conquista, que destruyó la mayoría de la población indígena, esta libertad se reguló de modo que pudieran trabajar para mantener a los colonos españoles y criollos. En la práctica, lo que hizo la ley española fue tratar de conservar las comunidades indígenas mientras permitía su explotación. Se les reconoció la propiedad de una parte pequeña de las tierras que antes tenían, se les dejaron sus caciques, con funciones reducidas, y se fijaron límites a las cargas que debían asumir en servicio de encomenderos y propietarios. Para mantener esta servidumbre regulada, se creó una de las primeras instituciones jurídicas de protección de derechos, el "Defensor de Indios", pero esto no debe hacer olvidar que se buscaba era proteger lo que quedaba a los indios tras perder su independencia, su gobierno y su religión.

Durante el período colonial se protegían derechos individuales y personales: los bienes, la honra, la vida de alguien, pero ideas como derecho a la vida o a la libertad, libertad de conciencia, religión, expresión o enseñanza, estaban fuera del horizonte de la época.

Al establecerse, después de 1810, gobiernos que no derivaban su legitimidad del poder histórico o sagrado de los reyes, sus dirigentes adoptaron el lenguaje del pensamiento liberal: los "pueblos" habían recuperado su libertad, y el gobierno existía para proteger los "derechos imprescriptibles del hombre y del ciudadano". Estos eran: la seguridad, la libertad, la propiedad y la igualdad legal, así como los requeridos para participar en el manejo del Estado.

Todas las constituciones reconocieron algunos derechos (aunque la de 1886 lo hizo bajo la forma de restricciones al poder del Estado), pero nuestra tradición parece haberse caracterizado por la frecuente tentación de reconocer derechos en la Constitución y negarlos en la ley o someter su aplicación a la arbitrariedad de los funcionarios públicos. Fueron muchos los avances reales, como la liberación de los esclavos en 1851, la tradición, rota sólo en momentos de conflicto muy alto, de libertad de prensa, o la expansión gradual de libertades políticas y garantías legales y procesales, pero muy débiles los mecanismos que permitían a un ciudadano hacer valer su derecho frente al Estado cuando éste se empeñaba en restringirlo, o cuando la interpretación dominante, como ocurría con la libertad de conciencia o de enseñanza, lo condicionaba hasta casi extinguirlo, o cuando el conflicto de derechos enfrentaba a los de ruana con los de saco.

Dos fenómenos parecen haber confluido en la segunda mitad del siglo XX —un período caracterizado además por avances reales substanciales, como la creciente igualdad entre los géneros—, para dar al tema de los derechos humanos una nueva importancia. El primero fue la aprobación en 1948 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y el desarrollo posterior de otros instrumentos internacionales de protección a los derechos humanos. La tradición liberal occidental fue acogida como la base de un orden que exigía a todos los estados, independientemente de sus tradiciones, el respeto a los derechos de sus propios ciudadanos. Este consenso fue decisivo en la caída de los gobiernos socialistas, que defendían una interpretación diferente de los derechos humanos.

Colombia se incorporó fácilmente a este orden, en la medida en que coincidía con sus normas y tradiciones. Sin embargo, lo hizo en el contexto de un enfrentamiento armado interno. Así, mientras que el país podía ratificar las convenciones internacionales, muchos colombianos alegaban que, en la lucha contra la subversión, el Estado violaba sus propias normas y las reglas internacionales. Aunque esta contradicción comenzó a hacerse evidente desde mediados de siglo, se hizo más aguda con el auge del narcotráfico y su participación, mediante la organización de grupos privados, en la lucha contra la guerrilla. A partir de 1978, sobre todo, los organismos no gubernamentales de defensa de los derechos humanos han hecho una activa campaña para impulsar su protección, pero también para presentar al gobierno como violador de éstos (mediante la tortura, la ejecución o desaparición de guerrilleros y simpatizantes, el apoyo a grupos paramilitares, la detención arbitraria, etc.).

Este proceso, con sus diversas motivaciones, hizo de la defensa de los derechos humanos un tema político central. El Estado respondió estimulando la legislación de protección y la creación de instituciones de defensa de los derechos humanos. De ello es buen ejemplo la Constitución de 1991, con su amplia declaración de derechos, el reconocimiento de derechos de las poblaciones indígenas, la tutela, la Defensoría del Pueblo y otros mecanismos de protección. Al mismo tiempo el gobierno ha tendido a ver a las organizaciones privadas de defensa de los derechos humanos con desconfianza, suponiendo a veces que buscan dificultar la acción del Estado contra los grupos armados y que hacen parte de una estrategia comunista. Para ello, se apoyan en el hecho, legítimo por lo demás, de que unas pocas organizaciones no gubernamentales hayan tenido simpatías por la guerrilla y de que casi todas hayan mantenido, con base en una argumentación estrechamente legalista, que la única entidad que puede violar los derechos humanos es el Estado, y por ello insistan en negar que la guerrilla los viole.

La Constitución de 1991 incorporó, además, al inventario de derechos humanos varios derechos económicos y sociales (empleo, vivienda, salud, cultura, etc.) e incluso convirtió en derechos de los ciudadanos algunos de los objetivos básicos del orden constitucional, como la paz. De este modo, la Constitución no solamente señaló los derechos exigibles del Estado, sino que definió como derechos muchos temas que normalmente hacen parte de la controversia política. Al hacerlo, tendió a despolitizar la búsqueda de metas sociales y a crear un ambiente en el que el desarrollo económico y social no se logra a través de la política y la participación democrática, sino mediante demandas en los tribunales.

Así pues, hoy el país enfrenta varios dilemas complejos, con instituciones avanzadas pero a veces ineficaces. El primero es cómo hacer compatible la defensa de los derechos ciudadanos amenazados por la guerrilla (la libertad, la vida, la propiedad, la seguridad, el medio ambiente) con la protección a los ciudadanos de arbitrariedades judiciales y policiales (debido proceso para allanamientos y procesos judiciales, control de abusos como tortura o asesinato de guerrilleros). Y el segundo es cómo hacer que, en un contexto de limitaciones económicas, las prioridades en la lucha por cubrir las necesidades fundamentales de la población y satisfacer sus llamados derechos de segunda generación (salud, educación, vivienda) expresen la voluntad de la sociedad, definida a través de sus mecanismos políticos propios.


TERCER PERIODO

Reflexión de la película 

¿Cómo salvar a la Familia?

https://www.youtube.com/watch?v=6OaNPnHwJVs

El papel de la Familia como base fundamental de todas las sociedades para el desarrollo sostenible, la garantía de derechos.

La Plataforma Ciudadana Unidos por la Vida Colombia, como miembro activo de la sociedad civil colombiana celebra que la Organización de Naciones Unidas abra un espacio de participación de la sociedad civil en este tema tan relevante en la actualidad como lo es la Familia.

Unidos por la vida tiene dentro de su misión promover dentro de la Sociedad colombiana que la familia surgida del matrimonio formado por la unión estable de un hombre y una mujer, sea protegida y promovida por todas las instituciones, de la misma manera que lo acoge y expone nuestra Constitución Política, que afirma que la honra, la dignidad y la intimidad de la familia son inviolables.

Es importante que cada Estado, y las diversas instituciones u organizaciones sociales nacionales e internacionales realicen acciones contundentes que promuevan y protejan el papel fundamental de la familia como generadora de vida humana y por tanto creadora de la sociedad.

En la familia se construye la identidad de la persona, se protege su autonomía y es la base desde donde se proyecta en el ámbito social.

Son los padres quienes como primeros responsables de la educación de los niños, protegen su intimidad y promueven su desarrollo con base en los valores culturales propios. De esta manera forman hombres y mujeres capaces de construir sociedades sanas que progresan de manera continua y sostenible.

La educación escolar cumple una labor de subsidio y apoyo a las familias y debe desarrollarse en plena armonía con los padres de familia respetando su identidad cultural. Es especial en el campo de la educación de la afectividad y la sexualidad que es fundamental la presencia de los Padres y el respeto a sus valores y principios.

La familia es la única institución capaz de velar, cuidar, amparar, proteger y apoyar a los más débiles de la sociedad. Nadie más. La familia, su valor, su función y su misión dentro de las sociedades, es clara e incontestable. En ella se da la renovación generacional que permite la preservación de las naciones, la generación y creación de riqueza, el aumento de la productividad, el desarrollo de las instituciones políticas, sociales, etc.

La familia es el lugar donde aprendemos y empezamos a amar y a ser amados.

La familia debe pues ocupar el lugar fundamental en toda sociedad, ya que su fortaleza y vitalidad son decisivas en el desarrollo.

Garantizar los derechos de la familia y protegerla es un imperativo esencial pena de la destrucción del tejido social que generara la desaparición de los países en donde esto sucede.

Por ello Pedimos. Que la ONU reafirme los derechos de la Familia y se les proteja en todos los estados. Que se cree una comisión en la ONU para el apoyo, desarrollo y protección permanente de la Familia. Esta comisión debe promover y dar seguimiento en todos los estados miembros a las políticas de familia, y señalar y denunciar los abusos que se realicen contra ella.

La Familia es esencial para ser y permanecer la humanidad en el tiempo.

 El 15 de mayo se celebra en todo el mundo el Día Internacional de la Familia, proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas con el objetivo de aumentar el grado de conciencia sobre la familia, promover la reflexión en torno a los temas relacionados con ella y fomentar los lazos familiares.

La familia es el eje central y núcleo primario de la sociedad. Y a pesar de que en la actualidad se aprecia una gran diversidad de formas en que se estructuran y organizan las familias, así como la manera en que se relacionan sus miembros, lo más importante es que las une el parentesco o el afecto.

Además, la familia al ser parte de un sistema mayor como es la sociedad en la que vive, caracterizada por circunstancias históricas, culturales y económicas distintas, a la vez que recibe debe ser capaz de transmitir los valores de dicha sociedad, tales como: el respeto, la tolerancia, la solidaridad, el amor, la autonomía e individualidad, y, el bienestar físico y emocional de sus miembros.

Sin embargo, las demandas y exigencias de la sociedad muchas veces generan situaciones de conflicto o problemáticas. De manera que la familia debe estar preparada para ofrecer a padres, madres e hijos-as herramientas para la mediación y solución pacífica de sus conflictos, el manejo asertivo de las diferencias, la promoción de acuerdos, la igualdad de derechos y deberes entre todos y la responsabilidad, entre muchas otras funciones. 

Les invitamos como comunidad educativa de la Universidad Antonio Nariño a reflexionar y a ser partícipes de la importancia social de la familia.

Somos seres sociales y cristianos

La Biblia dice: “Acercaos a Dios, y Él se acercará a vosotros” (Santiago 4:8). Como cristianos, sólo acercándonos a Dios y teniendo una interacción real con Él podemos mantener una relación normal con Dios y obtener la obra del Espíritu Santo. Es como si dos personas se asociaran entre sí, sólo pueden mantener una estrecha relación durante mucho tiempo siendo más abiertos el uno con el otro, comunicándose más cuando encuentran problemas, y comprendiéndose y respetándose mutuamente. Sin embargo, en estos tiempos acelerados, los trabajos exigentes, las relaciones complicadas y las malas tendencias sociales nos atraen y ocupan cada vez más. Las personas, los sucesos y las cosas del mundo exterior perturban fácilmente nuestros corazones y nos impiden mantener una relación normal con Dios. Esto nos lleva a alejarnos cada vez más de Él y, cuando nos vemos en problemas, se nos hace muy difícil calmarnos ante Dios, acercarnos a Él y buscar la iluminación y la guía del Espíritu Santo. A menudo hacemos las cosas sin una dirección o propósito correcto, y nuestros espíritus están constantemente en un estado de vacío y agitación. Entonces, ¿cómo exactamente podemos mantener una relación estrecha con Dios? Basta con comprender los cuatro puntos siguientes para que nuestra relación con Dios se vuelva sin duda más estrecha.

El compromiso social de la Iglesia se fundamenta en la escucha de la palabra de Dios contenida en las Escrituras, porque del amor de Dios surge el proyecto de una fraternidad humana abierta a todos. Se trata de fecundar y fermentar la sociedad con el Evangelio.

El último aspecto que queremos subrayar se refiere a la función pedagógica de la Sagrada Escritura en su relación con la doctrina social de la Iglesia. Para resaltar esta conexión, nos ayuda un pasaje de la Segunda Carta a Timoteo, en el que Pablo escribe: «Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para la enseñanza, la persuasión, la corrección y la educación en la rectitud, a fin de que el hombre de Dios esté bien capacitado y equipado para realizar toda obra buena» (2 Timoteo 3:16-17; la cursiva es nuestra).

La Biblia atestigua que la historia humana es el «lugar» donde Dios ha elegido hacerse visible y conocible a través de su acción en favor de la humanidad. Por eso se revela como el Dios de «alguien»: de Abraham, de Isaac, de Jacob, de todo el pueblo de Israel y, finalmente, «en la plenitud de los tiempos» (Hb 9,26), de Jesucristo.

Para encuadrar correctamente la relación entre la Sagrada Escritura y el compromiso social de la Iglesia, es necesario ante todo poner de relieve la circularidad inagotable, la comunicación «pascual» que se establece en la economía de la salvación entre el Creador y la criatura, entre la inmanencia y la trascendencia, entre Dios y el mundo: es el éxodo de la Trinidad hacia el hombre y del hombre hacia la Trinidad. En otras palabras, la historia de los hombres y de los pueblos, la vida concreta de los pueblos imperfectos, con sus dramas y sus victorias, «los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias» (Gaudium et spes [GS], n. 1), es el lugar del trabajo de la redención, es el terreno en el que, por medio de Cristo, se siembra la semilla de la vida nueva. San Pablo lo afirma cuando escribe que «hasta ahora, la creación entera gime y sufre dolores de parto» y espera ser «liberada de la esclavitud de la corrupción, para participar en la gloriosa libertad de los hijos de Dios» (Rm 8,21-22). Así, el Apóstol ve la historia humana como el escenario en el que se libra la batalla entre la muerte y la vida[2], entre el pecado y la gracia, entre la iniquidad de los hombres y la justicia de Dios.

«La fe proviene de la escucha» (Rom 10,17), precisa de nuevo Pablo; y con la escucha del Evangelio comienza la aventura del «buen combate de la fe» (1 Tim 6,12): cada discípulo se descubre llamado a salir de sí mismo al encuentro de Cristo. Reconocer a Jesús, confesarlo como Señor, le impulsa entonces a rastrear su presencia en la humanidad herida de quienes se hacen sus prójimos.

La madurez del discípulo consiste precisamente en aprender que la escucha de Dios no puede separarse de la escucha del hombre, sino que consiste en comprender que la una remite a la otra, en una continua reciprocidad en la que el propio cristiano vive, colocado -en virtud de su dignidad bautismal- como «sacerdote» y «mediador».

Los conflictos familiares son eventos naturales, pues derivan de la convivencia entre los miembros de una unidad familiar. Como consecuencia, generan inestabilidad, frustración y preocupación, además de poder resurgir problemas del pasado que no fueron solucionados.

¿Qué es un conflicto familiar?

En la familia, con la pareja, entre los amigos y en la sociedad en general es inevitable que surjan conflictos, pues todos tenemos diferentes edades, pensamientos y formas de ver la vida.

En este caso, hay que comprender que la familia está integrada por personas unidas a través de relaciones filiales (padres, hijos, hermanos y/o pareja), formando una especie de sistema abierto en el que sus miembros están estrechamente relacionados. Y debido a esta relación tan estrecha e íntima, cualquier conducta puede afectar a la dinámica familiar, surgiendo así las disputas.

¿Cuáles son los tipos de conflictos familiares?

Si bien es cierto que los conflictos familiares pueden clasificarse de diferentes maneras, nosotros lo haremos en base al tipo de relación y del foco o causa del problema.

Según el tipo de relación

Los conflictos en la familia surgen dependiendo del tipo de relación o parentesco entre los miembros. Así pues, veamos cuáles son:

Conflictos de pareja. Suelen surgir por problemas de comunicación, por la sensación de pérdida de la propia libertad, por tratar de cambiar a la otra persona o por la falta de habilidades para resolver los problemas que surjan.

Conflictos entre padres e hijos. Se generan durante la infancia, con hijos adultos y, sobre todo, durante la adolescencia.

Conflictos entre hermanos. Son los más habituales y suelen perdurar en el tiempo.

Conflictos con los abuelos. Durante la vejez se producen cambios biológicos, pues se deteriora el cuerpo y la mente. Además, se deben afrontar nuevas situaciones como la jubilación o la pérdida de amistades o seres queridos. Estos cambios afectan a la persona y, por ende, repercuten en las relaciones familiares.

Según la fuente del problema

En este caso, el foco del problema puede ser más de uno y darse al mismo tiempo. Veamos qué crisis suelen surgir:

Crisis del ciclo vital. Crecer implica nuevas responsabilidades, nuevos roles o dar pasos importantes, como casarse o jubilarse.

Crisis externas. Surgen a consecuencia de un evento externo y la crisis implica buscar a los culpables.

Crisis estructurales. Implican la reaparición de conflictos pasados.

Crisis de atención. Surgen en núcleos familiares en los que hay una persona dependiente y su cuidador/a se siente limitado a la hora de hacer sus actividades habituales.

Consejos para resolver los conflictos familiares:

Cada familia es un mundo y la situación que genere una disputa puede ser una u otra. Hay personas que se sienten solas porque no tienen o no pueden reunirse con la familia, otras en las que el padre y la madre están divorciados, etc. Todo ello genera una serie de emociones y ansiedad que pueden desbordar a uno. Por ello, aquí facilitamos algunos consejos para afrontar la situación con una perspectiva más clara y esperanzadora.

Entender que ninguna familia es perfecta

Hemos empezado diciendo que ni la Navidad ni las reuniones familiares que implican estas fiestas son tan idílicas como las pintan. Y es que hay que aceptar que ninguna familia es perfecta, pues es totalmente normal que haya roces o conflictos. Ahora bien, identificar aquello que provoca los desencuentros familiares servirá para prevenir las situaciones que los generan.

Practicar la escucha empática

La escucha empática implica escuchar plenamente a la otra persona para ponerse en su lugar, comprendiendo así los sentimientos o emociones a través de sus palabras y gestos.

Controlar las formas a la hora de hablar

Muchas veces hablamos de malas maneras antes de pensar, lo que incentiva la agresividad. Es muy importante utilizar el lenguaje y las expresiones con cuidado, reemplazando los reproches por sincerarse de buenas maneras.

Marcar los límites

Saber decir que no, así como marcar los límites, sirve para hacer saber a la otra persona aquello que nos genera malestar o nos ofende. Ahora bien, esto no quita que expresar cómo nos sentimos ayude a entender y tomar conciencia de aquello que está provocando la disputa.

Encontrar el mejor momento y lugar

Finalmente, las reuniones familiares no son el mejor momento ni lugar para tener una discusión. Lo mejor es dejar la conversación para otro momento y hablarlo en privado.

LA COMUNIDAD

https://www.youtube.com/watch?v=zdLQodlJmsg

¿Quiénes son tus compañeros(as)?


Cuando eras un niño(a) pequeño(a), tus padres generalmente escogían a tus amigos(as) seleccionando el parque de juegos adecuado o organizando citas para jugar con ciertos niños(as) que ellos conocían y que les gustaban. Ahora que eres mayor, tú decides quiénes son tus amigos(as) y el grupo de personas que escoges para compartir tu tiempo.

Tus amigos(as) — tus compañeros(as) — son personas de tu edad o cercanas a tu edad que tienen intereses similares a los tuyos. Tú y tus amigos(as) toman docenas de decisiones cada día, y entre ustedes se influyen mutuamente con respecto a sus elecciones y comportamientos. Esto suele ser positivo— es naturaleza humana escuchar y aprender de otras personas dentro de tu misma edad.

A medida que te vuelves más importante, tus compañeros(as) comienzan a jugar un papel importante en tu vida. Igualmente, a medida en que la escuela y otras actividades te mantengan ocupado, permanecerás más tiempo con tus amigos(as) y menos tiempo en casa con tus padres y hermanos(as). Probablemente desarrollarás una gran amistad con alguno de tus compañeros(as), y puede que te sientas tan cercano a ellos como con un miembro de tu familia.

Además de amigos(as) íntimos, tus compañeros(as) incluyen otros niños(as) a quienes conoces y quienes también tienen tu edad— como los alumnos de la escuela, los niños(as) en la iglesia, equipos de deportes, o de la comunidad. Estos compañeros(as) también influyen en tu forma de vestir y de actuar, en las actividades en las que te involucras, y las actitudes que ellos(as) demuestran.

Es natural que las personas se identifiquen y se comparen con sus compañeros(as), en la medida en la que consideren cómo quisieran llegar a ser (o piensan que quisieran ser), o lo que quieren alcanzar. Las personas se deja influenciar por sus compañeros(as) porque quieren sentirse que forman parte de un grupo, ser admirados por sus amigos(as), hacer lo que otros hacen y tener lo que otros tienen.

La influencia de los compañeros(as) no siempre es negativa

Probablemente ya sepas que los años de la adolescencia pueden ser difíciles. Estás descubriendo quién eres, tus creencias, tus habilidades, responsabilidades y tu lugar en el mundo.

Es reconfortante poder hacer frente a esos retos con amigos(as) que comparten tus mismos intereses. Pero probablemente escucharás a los adultos — padres, profesores, consejeros, etc. — hablar sobre la presión de grupo más que de los beneficios de pertenecer a un grupo de amigos(as).

Puede que no oigas hablar mucho de ello, pero los compañeros(as) tienen una profunda y positiva influencia entre sí, jugando un papel importante, recíproco y mutuo en sus vidas:

  • Amistad. Entre los compañeros(as) puedes encontrar amistad, aceptación y compartir experiencias que pueden construir relaciones duraderas.
  • Ejemplos positivos. Los Compañeros(as) demuestran, los unos para con los otros ejemplos positivos a imitar. Tener compañeros(as) que están comprometidos a destacar en sus estudios o a conducir un auto deportivo de la mejor manera posible, pueden influenciarte a que tengas más deseos de fijarse metas. Los compañeros que son buenos o leales influyen a que tu desarrolles estas cualidades en ti mismo. ¡Incluso adolescentes que nunca has conocido pueden ser buenos ejemplos a imitar! Por ejemplo, ver a alguna persona tu edad competir en las olimpiadas, dar un concierto de piano o encabezar un proyecto comunitario puede inspirarte a seguir uno de tus propios sueños.
  • Opiniones y consejos. Tus amigos(as) te escuchan y te dan su opinión a medida que pruebas nuevas ideas, exploras creencias y hablas sobre problemas. Tus compañeros(as) pueden ayudarte a tomar decisiones; bien sea en referencia a cortarte el pelo, dejártelo crecer, teñírtelo o cómo manejar una discusión familiar. Puede que quieras confiar en tus amigos(as) para todo tipo de consejos— incluyendo decisiones con un riesgo potencial como si debes tener relaciones sexuales o probar drogas.
  • Socializar. Tu grupo de compañeros(as) te facilita oportunidades para aprender nuevas formas de establecer relaciones sociales. Conocer a variados y diferentes grupos de personas— como los compañeros(as) de clase — te brinda una oportunidad de cómo expandir tu círculo de amigos(as), construir relaciones y resolver diferencias. Tu puedes tener compañeros(as) con quiénes puedes estar o no estar de acuerdo, competir, formar un grupo, admirar o simplemente no querer ser como ellos.
  • Ánimo. Los compañeros(as) te dan ánimos para que te esfuerces en lograr que seas escogido como solista en el concierto, te ayudan a estudiar, te escuchan y te apoyan cuando estás enfadado o con problemas y se identifican contigo cuando ellos atraviesan dificultades similares.
  • Nuevas experiencias. Tus compañeros(as) puede que influyan para que seas parte de clubes, deportes o grupos religiosos. Tu mundo sería mucho menos interesante si no tuvieras amigos(as) que te motivaran para que probaras sushi por primera vez, para que escucharas un CD del que nunca habías oído hablar o quienes te ofrecieran apoyo moral cuando acudas a la prueba de selección para la obra de teatro de la escuela.
  • Buenos consejos. Los amigos(as) comparten entre sí buenos consejos. Tus amigos(as) no dudarán en dejarte saber su opinión cuando piensen que estás cometiendo un error haciendo algo arriesgado.
  • Video Resiste:   https://www.youtube.com/watch?v=vMAaM_SHL8E

SOY COMUNIDAD

Ya sabes que la iglesia es la comunidad de personas creyentes en Dios. Y como tal soy parte de esa comunidad. ¿Cómo nació la iglesia?:la iglesia comienza por el año 30 un día de pentecostés (venida del Espíritu Santo) en Jerusalén. Doce hombres anuncian una buena Jesús ha resucitado él está VIVO.

Muchos se hicieron bautizar. Había nacido la iglesia. Esos primeros miembros de la iglesia son judíos ellos hablan el arameo lengua semita del oriente. Siguen llevando una vida piadosa estos judíos: Rezan en el templo, respetan las normas de la alimentación, a estos judíos nuevos los caracteriza es el bautismo en el hombre de Jesús, atentos y practicantes de las enseñanzas de los apóstoles, la fracción del pan (Eucaristía) y la constitución de comunidades fraternales (hechos

2,41-47; 4,32-35). A los judíos de la cultura aramea se añadieron otros judíos de cultura griega y helenista. En hechos 10,11 el apóstol Pedro afirma que el evangelio es para todos los hombres. Y en la Antioquia donde se refugiaron muchos helenistas y discípulos de Cristo reciben el nombre de CRISTIANOS. Es la señal que en adelante se distinguen de los otros grupos religiosos

Los apóstoles de Jesús cumplen con el mandato y empiezan a evangelizar, a enseñar todo lo que Jesús les enseño, ellos pasaron por muchas persecuciones, muerte, cárcel, y aun así la iglesia de Cristo continua con amor y fe hacia ese padre Dios.

La familia está en el centro del plan de Dios para la felicidad y el progreso de Sus hijos. La Santa Biblia enseña que Dios estableció a las familias desde el principio y nos muestra muchos ejemplos de familias fuertes. También nos enseña la manera de tener una familia amorosa y feliz.

Las enseñanzas de Pablo

El apóstol Pablo a menudo hablaba acerca de las relaciones familiares. Él aconsejó: “Hijos, obedeced a vuestros padres en el Señor, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa, para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra. Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos; sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor” (Efesios 6:1–4).


 NECESITO DE LOS DEMÁS

REFLEXIÓN DEL VIDEO 


CUARTO PERIODO

Poder, autoridad y legitimidad.

Para Robbins, entonces, la autoridad implica el derecho de dar órdenes en virtud de una posición jerárquica, mientras que el poder implica la imposición de decisiones con base en la facultad que tiene el gerente de aplicar sanciones o castigos a su libre albedrío. Son dos conceptos diferentes pero altamente relacionados.

Disertación sobre el poder y la autoridad:

Bien sea para tomar decisiones, bien sea para influir en el comportamiento de otra persona en una dirección determinada, a veces incluso para obtener beneficios propios, se ejerce el poder o se ejerce la autoridad.

La disertación que comenzamos en este punto, considerando todos los conceptos aportados por los diferentes autores citados, tiene como propósito dejar la inquietud acerca de lo que es y lo que deberían ser el poder y la autoridad en las organizaciones bien estructuradas y adecuadamente dirigidas.

Algo que es necesario aclarar, es que tanto el poder como la autoridad tienen relación directa con la dirección, esto es, con la administración de las personas, y por lo tanto con la interacción de personas en una organización, no sólo en la relación vertical de jefe y subordinado, sino en las relaciones laterales, en las cuales el poder y la autoridad tienen un peso diferente.

Una pregunta que surge inevitablemente es si el poder es si su impacto es positivo o negativo, dado que en la literatura administrativa se hace referencia a éste en ciertas ocasiones como un elemento esencial de la dirección, pero en otros contextos la alusión tiene una connotación negativa, impositiva.

Quien ostenta un cargo directivo, siempre tendrá poder sobre sus subalternos. Eso es algo innegable e incontrovertible. Lo que éste haga con ese poder que ostenta, es otra cosa. El poder, entonces, es influir en otros para que hagan algo en cierto sentido, dado que quien tiene el poder puede exigir que se haga lo que él desea, tenga o no tenga la razón, esté o no bien fundamentada su decisión, o su objetivo sea noble o no. Casi que con una mentalidad maquiavélica, podría afirmarse que el poder es hacer que se cumpla la voluntad del jefe.

En este sentido, citando lo dicho por Elkins y Robbins (anteriormente mencionados), el concepto de poder ha tomado una interpretación negativa, pues la obediencia a las decisiones o a los mandatos no tiene otro fundamento que el miedo a las consecuencias.

¿Pero, realmente el poder es siempre aparentemente negativo? Tal vez deberíamos contestar este punto cuestionando acerca de qué tan necesario es ejercer el poder.

Imponerse sobre otro es ejercer el poder. Obligar a otro a que haga algo, es ejercer el poder. Si el jefe que toma una decisión o que da una orden no es obedecido, tendrá que imponerse para que se haga lo que él desea; esto es ejercer el poder. Pero debemos tener en cuenta que no siempre las decisiones que tiene que tomar un jefe o las órdenes que tiene que impartir, son aceptadas por los subalternos, y por lo tanto hay la posibilidad de que no sean acatadas. ¿El jefe en estos casos debe dar explicaciones acerca de su decisión? Quien ostenta el poder seguramente dirá que no, pues sus decisiones como jefe deben ser acatadas sin discusión.

 

El argumento que esgrimiría el jefe, en el caso anterior, sería que no hacerse obedecer implicaría “perder autoridad”. Lo que nos lleva a otros cuestionamientos: ¿Es entonces el poder una manifestación de la autoridad? ¿O tal vez es una tergiversación de aquella?

La autoridad es una forma de lograr la adhesión a los mandatos o a las decisiones tomadas, por el sólo hecho de que quien imparte la orden o toma la decisión tiene credibilidad, bien sea por su experiencia o conocimiento, o porque ha establecido una relación de confianza entre sus subalternos, quienes nunca sentirán que el jefe los defrauda o los piensa utilizar en beneficio propio. En este sentido, la autoridad implica una aceptación voluntaria, generalmente sin discusión, de un subalterno a las órdenes impartidas por su superior.

Por otro lado, en el contexto de la norma ISO 9000, el concepto de autoridad tiene una connotación bastante diferente. Para dicha norma, autoridad significa “quien conoce y puede tomar una decisión en virtud de su conocimiento”.

Conclusión

De todo lo anteriormente expuesto, podemos concluir que entre la autoridad y el poder hay una relación estrecha, pero que tiene unos límites entre los cuales saltarse del uno al otro es sumamente fácil, dado que las actitudes, la premura, la falta de planeación o la baja credibilidad de un jefe, obligan a ejercer el poder en lugar de la autoridad. Esto significa, entonces, que a nuestra manera de ver las cosas, el ejercicio del poder es una forma tergiversada de ejercer la autoridad.

Todo gerente o jefe debería ser líder, y en el ejercicio de su liderazgo, una de las armas fundamentales debería ser la de impartir órdenes y tomar decisiones sustentadas en el respeto y la credibilidad que dan la experiencia, el conocimiento y sobre todo la integridad de dicho jefe. Retomando lo expresado por Covey, sin estar completamente de acuerdo, es claro que un líder que se basa en principios es un líder creíble, que promueve en sus subalternos su obediencia y lealtad con base no en el poder que puede ostentar, sino en las relaciones de dos vías que practica con estos, basado en la influencia proactiva.


Libertad y verdad

Fragmento del documento elaborado por el Card. François-Xavier Nguyên Van Thuân, Presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz. Pertenece al artículo dos: La Persona Humana del Compendio de Doctrina Social de la Iglesia.

Por: François-Xavier Nguyên Cardinal Van Thuân, Presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz | Fuente: Thesocialagenda.com

48. La pregunta moral, a la que responde Cristo, no puede prescindir del problema de la libertad, es más, lo considera central, porque no existe moral sin libertad: "El hombre puede convertirse al bien sólo en la libertad" (GS, n. 11). Pero, ¿qué libertad? El Concilio frente a aquellos contemporáneos nuestros que "tanto defienden" la libertad y que la "buscan ardientemente", pero que "a menudo la cultivan de mala manera, como si fuera lícito todo con tal de que guste, incluso el mal"-presenta la verdadera libertad: "La verdadera libertad es signo eminente de la imagen divina en el hombre. Pues quiso Dios "dejar al hombre en manos de su propia decisión" (cf. Si 15, 14), de modo que busque sin coacciones a su Creador y, adhiriéndose a él, llegue libremente a la plena y feliz perfección" (GS, n. 17). Si existe el derecho de ser respetados en el propio camino de búsqueda de la verdad, existe aún antes la obligación moral, grave para cada uno, de buscar la verdad y de seguirla una vez conocida.

(Veritatis Splendor, n. 34)

49. La libertad en su esencia es interior al hombre, connatural a la persona humana, signo distintivo de su naturaleza. La libertad de la persona encuentra, en efecto, su fundamento en su dignidad transcendente: una dignidad que le ha sido regalada por Dios, su Creador, y que le orienta hacia Dios. El hombre, dado que ha sido creado a imagen de Dios (cf. Gn 1, 27), es inseparable de la libertad, de esa libertad que ninguna fuerza o apremio exterior podrá jamás arrebatar y que constituye su derecho fundamental, tanto como individuo cuanto como miembro de la sociedad. El hombre es libre porque posee la facultad de determinarse en función de lo verdadero y del bien.

(Mensaje de la Jornada Mundial de la Paz, 1981, n. 5)

50. Jesucristo sale al encuentro del hombre de toda época, también de nuestra época, con las mismas palabras: "Conoceréis la verdad y la verdad os librará" (Jn 8, 32). Estas palabras encierran una exigencia fundamental y al mismo tiempo una advertencia: la exigencia de una relación honesta con respecto a la verdad, como condición de una auténtica libertad; y la advertencia, además de que se evite cualquier libertad aparente, cualquier libertad superficial y unilateral, cualquier libertad que no profundice en toda la verdad sobre el hombre y sobre el mundo.

(Redemptor Hominis, n. 12)

51. Pero la libertad, no es solo un derecho que se reclama para uno mismo, es un deber que se asume cara a los otros. Para servir verdaderamente a la paz, la libertad de cada ser humano y de cada comunidad humana debe respetar las libertades y los derechos de los demás, individuales o colectivos. Ella encuentra en este respeto su límite, pero además su lógica y su dignidad, porque el hombre es por naturaleza un ser social.

(Mensaje de la Jornada Mundial de la Paz, 1981, n. 7)

52. El ejercicio de la libertad no implica el derecho a decir y hacer cualquier cosa. Es falso concebir al hombre "sujeto de esa libertad como un individuo autosuficiente que busca la satisfacción de su interés propio en el goce de los bienes terrenales" (Libertatis Conscientia, n. 13). Por otra parte, las condiciones de orden económico y social, político y cultural, requeridas para un justo ejercicio de la libertad son, con demasiada frecuencia, desconocidas y violadas. Estas situaciones de ceguera y de injusticia gravan la vida moral y colocan tanto a los fuertes como a los débiles en la tentación de pecar contra la caridad. Al apartarse de la ley moral, el hombre atenta contra su propia libertad, se encadena a sí mismo, rompe la fraternidad con sus semejantes y se rebela contra la verdad divina.

(CIC, n. 1740)

53. Sin embargo, en lo más íntimo del ser humano, el Creador ha impreso un orden que la conciencia humana descubre y manda observar estrictamente. Los hombres muestran que los preceptos de la ley están escritos en sus corazones, siendo testigo su conciencia (Rom 2, 15). Por otra parte, ¿cómo podría ser de otro modo? Todas las obras de Dios son, en efecto, reflejo de su infinita sabiduría, y reflejo tanto más luminoso cuanto mayor es el grado absoluto de perfección de que gozan (cf. Sal 18, 8-11).

(Pacem in Terris, n. 5)

54. En los designios de Dios, cada hombre está llamado a promover su propio progreso, porque la vida de todo hombre es una vocación dada por Dios para una misión concreta. Desde su nacimiento, ha sido dado a todos, como un germen, un conjunto de aptitudes y de cualidades para hacerlas fructíferas: su floración, fruto de la educación recibida en el propio ambiente y del esfuerzo personal, permitirá a cada uno orientarse hacia el destino, que le ha sido propuesto por el Creador. Dotado de inteligencia y de libertad, el hombre es responsable de su crecimiento lo mismo que de su salvación. Ayudado, y a veces estorbado, por los que lo educan y lo rodean, cada uno permanece siempre, sean lo que sean los influjos que sobre él se ejercen, el artífice principal de su éxito o de su fracaso: por sólo el esfuerzo de su inteligencia y de su voluntad, cada hombre puede crecer en humanidad, valer más, ser más.

(Populorum Progressio, n. 15)

55. Finalmente, al consumar en la cruz la obra de la redención, para adquirir la salvación y la verdadera libertad de los hombres, completó su revelación. Dio testimonio de la verdad, pero no quiso imponerla por la fuerza a los que le contradecían. Pues su reino no se impone con la violencia, sino que se establece dando testimonio de la verdad y prestándole oído, y crece por el amor con que Cristo, levantado en la cruz, atrae a los hombres a Sí mismo (cf. Jn 12, 32).

(Dignitatis Humanae, n. 15)

56. Finalmente, la verdadera libertad no es promovida tampoco en la sociedad permisiva, que confunde la libertad con la licencia de hacer cualquier opción y que proclama, en nombre de la libertad, una especie de amoralidad general. Es proponer una caricatura de la libertad pretender que el hombre es libre para organizar su vida sin referencia a los valores morales y que la sociedad no está para asegurar la protección y la promoción de los valores éticos. Semejante actitud es destructora de la libertad y de la paz.

(Mensaje de la Jornada Mundial de la Paz, 1981, n. 7)

57. La Iglesia tampoco cierra los ojos ante el peligro del fanatismo o fundamentalismo de quienes, en nombre de una ideología con pretensiones de científica o religiosa, creen que pueden imponer a los demás hombres su concepción de la verdad y del bien. No es de esta índole la verdad cristiana. Al no ser ideológica, la fe cristiana no pretende encuadrar en un rígido esquema la cambiante realidad socio-política y reconoce que la vida del hombre se desarrolla en la historia en condiciones diversas y no perfectas. La Iglesia, por tanto, al ratificar constantemente la trascendente dignidad de la persona, utiliza como método propio el respeto de la libertad.

(Centesimus Annus, n. 46)

58. La democracia no puede mantenerse sin un compromiso compartido con respecto a ciertas verdades morales sobre la persona humana y la comunidad humana. La pregunta fundamental que ha de plantearse una sociedad democrática es: "¿Cómo debemos vivir juntos?". Al tratar de responder esta pregunta, ¿puede la sociedad excluir la verdad y el razonamiento morales?.... Cada generación ... necesita saber que la libertad no consiste en hacer lo que nos gusta, sino en tener el derecho de hacer lo que debemos. Cristo nos pide que conservemos la verdad, porque, como nos prometío: "Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres" (Jn 8, 32). Depositum custodi! Debemos conservar la verdad, que es la condición de la auténtica libertad, y permite que ésta alcance su plenitud en la bondad. Tenemos que conservar el depósito de la verdad divina, que nos han transmitido en la Iglesia, especialmente con vistas a los desafíos que plantea la cultura materialista y la mentalidad permisiva, que reducen la libertad a libertinaje.

(Juan Pablo II, Homilia en Baltimore, nn. 7-8)

59. No sólo no es lícito desatender desde el punto de vista ético la naturaleza del hombre que ha sido creado para la libertad, sino que esto ni siquiera es posible en la práctica. Donde la sociedad se organiza reduciendo de manera arbitraria o incluso eliminando el ámbito en que se ejercita legítimamente la libertad, el resultado es la desorganización y la decadencia progresiva de la vida social.


El poder de las decisiones

Compromiso en clase, realiza una reflexión sobre la temática "El poder de las decisiones".



https://www.youtube.com/watch?v=Xj2riTLW4m4

Las diversas necesidades presentes en la vida de toda persona son un llamado a salir de la autosuficiencia y salir de nosotros mismos hacia los otros. Somos autosuficientes cuando pensamos que podemos realizar nuestra vida sin los otros.

Somos egoístas cuando nos encerramos en nuestro propio mundo, en nuestras preocupaciones, y no salimos al encuentro de las necesidades ajenas.
El mayor riesgo de la sociedad actual es vivir en el individualismo, totalmente desinteresados de los otros.

Compromiso evaluativo 1, socialízalo en clase:

https://tlamatinime2aepoca.files.wordpress.com/2018/02/zagal-etica-para-adolescentes-posmodernos.pdf

Realizar un resumen en el cuaderno y socializarlo en clase de las siguientes temáticas del texto anteriormente mencionado:

a. El hecho de la moralidad, pág 21 hasta la 23, donde termina con la lectura "La búsqueda de la felicidad".
b. La ética como teoría, pág 35 hasta 38, donde termina con la lectura “Dificultades de la ética".
c. La ética como la teoría del arte de ser feliz, pág 45 hasta la pág 50, donde termina la lectura "Bienes placenteros".
d. Aprender a valorar, el conocimiento ético, pág 67 hasta la pág 72, donde termina la lectura "La destreza del juicio ético: la prudencia".
e. Ética y comunidad: las condiciones de la felicidad, pág 74-79. Incluyendo la lectura Amistad y Familia.
f. Política y ética, pág 82- 84. Incluyendo el tema la política como una gran ética.

Compromiso evaluativo 2, socialízalo en clase:

a. ¿Qué entiendes por soledad e individualismo?
b. ¿Qué consecuencias trae estas dos situaciones para el mundo de hoy?
c. ¿Qué frases o expresiones conoces sobre el individualismo?

2. 

Responder las siguientes preguntas:

a. ¿Qué hacen los burros?
b. ¿Qué defienden y por qué?
c. ¿Qué los lleva a compartir?
d. ¿Cuándo los seres humanos obramos como los burros en conflicto?
e. ¿Qué nos impulsa a vivir con los otros?
f. ¿Qué diferencias hay entre vivir contra los otros y el vivir con los otros?

 3. Analizar si en las relaciones en familia, con los amigos, compañeros de colegio, los estudiantes están atentos a las necesidades de los demás o sólo esperan que los demás satisfagan sus necesidades. Escribir en cuáles momentos piensan en sí mismos y qué pueden hacer para abrirse más a las necesidades de los otros.


COMO TOMAR DECISIONES

Realiza un resumen sobre la temática.

https://www.youtube.com/watch?v=AiiTBdZcfZ0

LOS DISTINTOS GRUPOS O COMUNIDADES DONDE NOS MOVEMOS.




El ser humano es un ser en relación. Necesita de los otros y los otros necesitan de él. Esta característica relacional se expresa en los distintos grupos y comunidades en los que desarrollamos nuestra existencia: familia, colegio, grupos de amigos. Para algunos, la Iglesia y la parroquia.

Compromiso evaluativo 3, para socializarlo en clase:
 

Escribe las respuestas en tu cuaderno:

a. ¿Qué entiendes por comunidad, colectividad, grupo, equipo e institución?
b. ¿Qué relación o diferencias hay entre ellas?
c. Nombrar los diferentes grupos y/o comunidades que conoces en la ciudad.
d. ¿Qué características presentan las personas que pertenecen a los distintos grupos y/o comunidades?

2- Analizar y escribe la importancia en mi vida, los valores que he aprendido y las dificultades de convivencia, de los siguientes grupos o comunidades en donde desarrollamos nuestra existencia: Familia, Colegio y grupo de amigos.

3- Analizar y escribe,  por qué la familia, el colegio y el grupo de amigos son un grupo o comunidad. Determinar las principales características de cada uno de ellos.

4- Analiza y escribe, de la vida de grupo, a través de las siguientes preguntas que ayudaran a descubrir en profundidad las relaciones dentro del curso:

a- ¿Qué valoras del grupo?
b- ¿Qué te aporta el grupo?
c- ¿Qué le aportas tú al grupo?
d- Principales dificultades en la vida de grupo. ¿Cómo solucionarlas?

No tener miedo, confiar y seguir adelante.



Realiza una reflexión sobre  "No tener miedo, confiar y seguir adelante".


Tener claro el porque y para que haces las cosas


Realiza una reflexión en tu cuaderno

Hebreos Capítulo 7; 23 al Capítulo 8; 6

Solución De Conflictos Padre Linero

Realiza un resumen en tu cuaderno de acuerdo al video:


Compromiso Evaluativo 4, socialízalo en clase: 

Lectura

Alberto José Linero

No es un sacerdote convencional. Narra partidos de fútbol, es hincha del Unión Magdalena y el Barcelona de España. Su voz es profunda, potente, y su hiperactividad no es más que el reflejo de lo que ha sido siempre: un líder innato, un hombre de fe con una capacidad inmensa para comunicar. Tanto así que acaba de poner en librerías su décima publicación, titulada Mi venganza es perdonarte.

Alberto José Linero es, sin duda, el sacerdote más reconocido del país. Su voz tiene la cadencia del vallenato, música con la que creció en Santa Marta al lado de su abuela Cleotilde Igirio, quien lo levantó a punta de guineo ‘pangao’ (macerado) con queso, en la época de la bonanza marimbera que lo marcó, pues todo se resolvía a punta de bala y no había lugar para el perdón. Y mientras el país y sus conflictos se solucionaban con ríos de sangre, su abuela le enseñaba que los problemas son bendiciones de Dios y que ese Dios no es magia, sino esfuerzo.

¿Escribió este libro motivado por el proceso de paz que vive el país?

Para mí, el perdón es un tema de siempre. No lo pensé como una respuesta a una situación actual. Los hombres no podemos ser felices viviendo en comunidad si no perdonamos. El perdón es una experiencia de convivencia, de compartir. Una sociedad no puede alcanzar los valores si no puede perdonar. Antes de ser una experiencia espiritual, es una experiencia humana. Por eso no me gusta que se crea que la experiencia del perdón simplemente les corresponde a aquellos que creemos en un ser trascendente, como Jesús de Nazaret. Todos necesitamos aprender a recuperar la armonía perdida, aprender a recordar sin dolor, aprender a convivir sanamente.

¿Por qué eligió la parábola del hijo pródigo para hablar del perdón?

Esa parábola nos demuestra lo que ya nos había dicho Gerónimo Bruner en aquel texto Realidad mental y mundos posibles. Lo sublime tiene que ser relatado. Además, esa parábola me persigue. Cuando yo vivía con mis padres, dos de mis hermanos escuchaban salsa a todo timbal, y escuché cientos de veces esa parábola cantada por Richie Ray y Bobby Cruz, Juan en la ciudad. Luego, cuando estudié griego, el profesor me dijo que había que hacer un análisis gramatical de la parábola del hijo pródigo.

Cuando recibí clases de Reconciliación en la Universidad Javeriana, el profesor eligió la parábola del hijo pródigo como eje del semestre. La he predicado cien mil veces y me doy cuenta de que están las tres miradas del perdón: el padre, el hijo menor y el hijo mayor. Entonces, veo que pasa lo mismo en esta sociedad que en la de aquellas épocas.

¿Qué es la escuela del perdón?

Yo creo que necesitamos que las familias sean escuelas del perdón. Nosotros no podemos tener escuelas de odio. No podemos seguir negándonos a la diferencia, no podemos seguir rechazando al que no es como nosotros. Yo no quiero que tú seas como yo. Yo no me quiero imponer a nadie, ni quiero que nadie se me imponga a mí. Quiero que conversemos. Necesitamos esa predisposición al perdón, y es el momento de recuperarlo desde las familias para poder salir adelante. Los padres son los que deben dar el ejemplo. Cuando tú la embarres, tú debes mirar a los ojos a tu hijo y decirle: “Papi, perdóname. Tenía mucha ira y te grité y no fue justo, y eso no está bien. Te pido perdón. ¿Te puedo dar un abrazo?”, y yo te aseguro que si tú vives esa experiencia, él niño va a aprender.

¿Necesitamos aprender a convivir?

Mire, yo tengo cinco hermanos. A dos de ellos les gusta la salsa de manera loca. A mí me gusta el vallenato y sus historias. Todos convivíamos en la casa y, había que encontrar un momento para oír salsa y el momento para oír vallenato. Ahí aprendí a perdonar porque había veces que yo quería escuchar a Diomedes, a los Zuleta, a Silvio Brito, a Iván Villazón, y mis hermanos estaban escuchando a Ismael Rivera, y no se podía. Eso es aprender a respetar la diferencia.

¿Por qué ver el perdón como una venganza?

Las motivaciones para perdonar son tres: inteligencia, salud y espiritualidad. Yo perdono por inteligencia. No es inteligente vivir amargado, herido y destilar odio todos los días, mientras que la persona que me ofendió está feliz divirtiéndose.

Cuando te perdono, te quito el poder de que me sigas dañando. Ya me dañaste atrás, ya no me vuelves a dañar más porque me voy a liberar de ti. Sabina lo dice en aquella canción hermosa, 19 días y quinientas noches. “Para qué me va a perdonar si ya no le importa”. Claro, lo entendí. Sí te perdono es porque ya no tienes el primer lugar que tenías antes en mi vida. Segundo, es salud porque las emociones terminan manifestándose en la salud física. La herida se somatiza y termina en una enfermedad de estas que tenemos hoy. Y espiritualmente, porque yo he descubierto a Jesús de Nazaret y yo quiero ser como Jesús de Nazaret.

¿Cuál es la diferencia entre reconciliación y perdón?

Un vallenato de Marciano Martínez, interpretado por Diomedes Díaz, Amarte más no pude, lo explica muy bien. Dice: “...Yo puedo perdonarte si es que estás arrepentida, pero volver contigo, no lo puedo hacer ni en sueño”. Yo te perdono setenta veces siete, pero si tú tienes problemas legales conmigo, tenemos que ir a donde el juez. Perdón no es impunidad. Yo te perdono, pero si tú afectas mi salud mental, mi salud emocional y dañas mi dignidad, no puedo estar contigo. Yo creo que hay que poner límites. Yo no le puedo decir a una mujer a la que están ‘levantando’ a trompadas, a la que han intentado apuñalar cuatro veces, a la que han intentado dañar, ‘perdónalo y sigue con él’. Yo la cuestiono sobre lo que está pasando allí y si vale la pena quedarse. Debemos ser sensatos.

¿Cómo perdonar aberraciones como la de Uribe Noguera o la de algunos sacerdotes?

Soy enemigo de esos comportamientos, pero vamos a decir cuatro cosas para que nos entendamos. Esta es una sociedad enferma, y debe caer el peso de la ley sobre los culpables de estas aberraciones. Nuestra sociedad está enferma porque los valores, las virtudes, las ideas y la fuerza que les dan sentido a los proyectos de vida se han oscurecido. Al que es bueno o bondadoso lo llamamos tonto. La corrupción está campeando, y tenemos una pérdida del sentido de la ética que yo no negocio. A mí no me importa si una persona es atea. Eso no lo hace una mala persona. Yo respeto que tú no creas. No hay problema, podemos convivir. Pero lo que sí pido es que tengamos una ética que nace del pensamiento, no de la creencia. Nos hemos vuelto morbosos, y la tragedia del narcotráfico no es solo el consumo de la droga, no es solo el enriquecimiento ilícito. Culturalmente nos hizo mucho daño, porque nos gusta el facilismo. Todo se resuelve a tiros. Yo viví en Santa Marta en la época de la bonanza marimbera, finales de los setenta e inicios de los ochenta. Yo era un niño y vi cómo a la sociedad le gustaban los atajos. La gente no quiere hacer una fila, la salud es un desastre, la educación es un desastre porque se roban la plata de la educación, de la salud. Necesitamos entender que el dinero no lo es todo.

El libro no está dirigido exclusivamente para católicos, ¿verdad?

Para ser un mal religioso, para ser un mal creyente, es mejor ser ateo. Para ser fanático, es mejor ser ateo. A mí me da miedo que nos escondamos detrás del fanatismo para señalar y destruir gente. Yo admiro a la gente que cree, confío en la gente que cree, pero le tengo miedo al fanatismo. La propuesta de Jesús es sólida, y si la gente es atea es de alguna manera porque nuestros relatos y nuestra manera de vivir no les han ayudado a encontrar a Dios. Entonces, lo primero que hago es un mea culpa. Estoy hablando de mí, de Alberto José Linero, y yo me siento responsable de que muchos se vuelvan ateos porque por mis comportamientos no muestro a Dios como tiene que ser. Lo segundo es que me da miedo el ateísmo fanático, me da miedo el que insulta a los otros y que es tan fanático como los recalcitrantes religiosos. Me encantan los ateos inteligentes, que respetan al otro, que valoran las discrepancias del otro, que entienden que el otro tiene el derecho de encontrar el sentido, de buscar el sentido en cualquier parte. A todos yo los amo, y con esos ateos tengo excelentes relaciones. Pero a veces lo que uno se encuentra son fanáticos de un lado y fanáticos del otro lado, y pelean entre fanáticos. Y encima de todo, pelean porque han vuelto religioso lo que no es religioso. El derecho a la vida no es religioso. La vida es un valor sagrado. Antanas Mockus nos dejó clarito en su campaña anterior que la vida era sagrada. Eso no depende de que yo crea o no crea. No me hagan un debate religioso, porque eso no tiene nada que ver con la religión. Volvimos religiosa la ética. Tú tienes que ser bueno creas o no creas. Confundimos los debates y, claro, terminamos en la locura en la que estamos.

¿Los católicos estamos obligados a perdonar todo?

Que me expliquen por qué Jesús en el evangelio de Juan, capítulo 19, cuando Herodes o alguno de los que están ahí en el pretorio le dan una cachetada a Jesús y Él no pone la otra mejilla. El cristianismo no es tontería. El cristianismo es resolución pacífica de los conflictos, el cristianismo es amor por el otro. El cristianismo es servicio por el otro. Ahora, si tú eres ‘mala clase’, yo no voy a hacer nada por dañarte. Pero olvídate de que voy a estar al lado tuyo para que me des palo. Yo no soy masoquista. Si estamos en un plano de violencia, yo prefiero ser Abel. Si tú me vas a matar, yo prefiero que tú me mates a mí y no ser Caín. No tengo escapatoria. Para mí, la vida es Sagrada.

¿Cómo explicar el perdón de Jesús en la cruz, después de todo el dolor al que fue sometido?

¿Tú te imaginas la tragedia que es morirse amargado y morirse triste? Eso debe de ser una tragedia terrible. Jesús es un hombre muy inteligente y, además de ser el hijo de Dios, es un ser humano inteligente y entiende que hay que morir en paz. ¿Sabes qué hace? Parte de su perdón comprendiendo a los otros. Para poder perdonar hay que comprender al otro. Pero más allá de eso, yo creo que hay una fuerza de Dios actuando desde adentro de nosotros que si la dejamos actuar nos lleva a perdonar. Esa es la gracia de Dios habitándonos y ayudándonos a perdonar.

¿Perdonar es olvidar?

Le tengo miedo al olvido porque en este país sufrimos de alzhéimer y por eso repetimos las mismas tragedias, elegimos a los mismos, gente que ya ha fracasado. A mí me da miedo ese alzhéimer social. Debes recordar, pero sin dolor, sin pasión. De alguna manera, el no olvidar me prepara para el futuro y me asegura no equivocarme. A mí me encanta Dios. Él perdona a David de un pecado inmenso y después le dice a Salomón que tenga el corazón de su padre. ¡Emocionante! Dios ahí sí olvidó y volvió a aceptar a David tal cual era. Volviendo al país, hay cosas que no se pueden olvidar. Las masacres no se pueden olvidar. Ni las que hicieron los de la derecha ni las que hicieron los de la izquierda. Esas las tenemos que recordar para que nunca más tengan que suceder.

Libros para dar a conocer ‘la alegría de vivir’

Este hombre, que prefiere a los ateos respetuosos más que a los fanáticos religiosos y dice tener cosido a su alma el Caribe colombiano, es un hombre contestatario, activo en las redes sociales, que no teme enfrentar a sus detractores.

Quizás por eso han tildado al padre Linero de profesar ideologías de derecha o de izquierda... Él, dice, es un cristiano que cree en el evangelio de la no violencia y que su papel es dar a conocer la alegría de vivir a través de las enseñanzas de Jesús, sin importar el credo de quienes lo leen y lo buscan. Sus libros, afirma, no tienen pretensión distinta de comunicar un mensaje que le quema por dentro. Empezó a leer y escribir a los 5 años y desde entonces no ha parado de hacerlo, pues siente que cumple una misión al ayudar a sanar y cicatrizar con palabras el dolor y las heridas que todos llevamos dentro.

Resolución de Conflictos

Hacia una comprensión de la resolución pacífica de conflictos

¿Qué es un conflicto?

“El hombre no será sabio hasta que resuelva toda clase de conflictos con las armas de la mente y no con las físicas”. Werner Braun.

En todo contexto o lugar donde dos o más personas tengan intereses diferentes que se contradicen, no hay forma de ponerse de acuerdo, a eso se le llama conflicto. Según el Decreto 1965 de 2013, los conflictos son situaciones que se caracterizan porque hay una incompatibilidad real o percibida entre una o varias personas frente a sus intereses (art. 39).

El conflicto es algo que está presente en nuestras vidas; a donde vayamos, seguro encontraremos un conflicto ya sea de una persona con sus problemas personales o de dos personas que siempre discuten por lo mismo y no llegan a acuerdo alguno, o ya sea de un grupo de personas que no se ponen de acuerdo en una idea o proyecto.

Seguro has observado en una oficina o sala de profesores, un grupo de personas que siempre están discutiendo o no se hablan, a esto se le llama conflicto.

Tipos de conflictos

Según expertos en el tema del conflicto como Kolangui & Parra (2013), existen tres tipos de conflictos: 1. Internos, 2. Interpersonales y 3. Intergrupales.

Conflictos internos

Cuando una persona tiene dos o más intereses o necesidades y no puede satisfacerlos al mismo tiempo. Un ejemplo de conflicto interno es el de un padre de familia que desea que su hijo ingrese a un colegio cuya pensión es muy costosa, pero sus ingresos no se lo permiten; para lograrlo tendría que vender su vehículo, pero él, necesita su vehículo para transportarse hacia su trabajo; ya lleva dos semanas pensando en este asunto y no le encuentra solución; esto es un conflicto.

Mientras no tome una decisión, su conflicto permanecerá y si este conflicto no se resuelve, puede conllevar a unas consecuencias negativas como la de vencerse el plazo de matrícula de su hijo.

Ahora ofrece tu propio ejemplo de conflicto interno.

Conflictos interpersonales

Dos o más personas vinculadas a un objetivo común, con intereses que son o parecen incompatibles. Un ejemplo de conflicto interpersonal es aquel donde unos matrimonios discuten en torno a la posible compra de una vivienda; la mujer le dice a su esposo: -mi amor ya es hora de comprar nuestra casa; su esposo responde: - estoy de acuerdo contigo, vamos a ahorrar y seguro en unos años vamos a tener nuestra casa; su mujer no está de acuerdo y le dice enojada: - ¡Claro que no, vamos a solicitar un préstamo al banco y así tendremos nuestra casa este mismo mes!

La anterior historia es un conflicto interpersonal porque participan dos personas que tienen el mismo sueño, pero la forma en que lo desean lograr no son compatibles; por el contario, se contradicen y mientras no acuerden la solución asumiendo una de las dos propuestas o una tercera opción con la que estén de acuerdo, no habrá forma de solucionar el conflicto; incluso al no solucionarlo, este conflicto puede desencadenar en un problema de agresión o violencia.

Conflictos intergrupales

Dos o más grupos vinculados a un objetivo común, con intereses o necesidades que son o parecen incompatibles. Los conflictos intergrupales muchas veces incluyen conflictos internos e interpersonales dentro del mismo grupo (pp. 22-23, consúltese, además: Misión civil por la Paz, trabajando por la paz, Cuadernos por la formación de promotores y promotoras, México, p.56).

Un ejemplo de conflicto intergrupal es aquel en el que un equipo de trabajo de una empresa están convencidos del éxito que tendrá el nuevo producto que han diseñado; sin embargo necesitan un capital adicional para su fabricación, publicidad, proceso de comercialización y posicionamiento del producto; un grupo está de acuerdo en invitar a un nuevo socio que aporte el capital y sea partícipe de las ganancias; otro grupo prefiere esperar a que la empresa con las ventas de los toros productos se capitalice durante el año y así no ceder porcentaje a un tercero; aquí, sin duda, hay un conflicto intergrupal.

Conflictos manejados inadecuadamente

Son situaciones en las que los conflictos no son resueltos de manera constructiva y dan lugar a hechos que afectan la convivencia escolar, como altercados, enfrentamientos o riñas entre dos o más miembros de la comunidad educativa de los cuales por lo menos uno es estudiante y siempre y cuando no exista una afectación al cuerpo o a la salud de cualquiera de los involucrados (art.39, Dec. 1965).

Los conflictos entonces, hay que resolverlos porque de lo contrario desencadenan en un problema mayor.

¿Cómo resolver inteligentemente un conflicto?

Seis consejos para resolver inteligentemente un conflicto:

1.     Iniciar por admitir que tenemos un conflicto

2.     Identificar qué tipo de conflicto tenemos, si es interno (con uno mismo), o es interpersonal (con otra persona), o es intergrupal (con varias personas).

3.     Comprender el conflicto: al no comprenderlo, seguro nos vamos a equivocar en la decisión que tomemos e incluso podríamos cometer una injusticia.

4.     Si el conflicto es interno, tomar una decisión que me beneficie en mi salud mental, emocional y social. Si el conflicto es interpersonal, lo correcto es acercarse a la persona con la que tenemos el conflicto y pedirle disculpa por aquello en lo que posiblemente le hayamos ofendido. Si el conflicto es intergrupal, entonces hay que reunirse con todos los implicados, aclarar el problema, pedir perdón por el daño que hayamos ocasionado y asumir el compromiso de no continuar ofendiéndonos; por el contrario, nos comprometemos a trabajar en grupo por asegurar un ambiente agradable de estudio y convivencia

5.     Escuchar a la otra persona, posiblemente también se disculpe. Es importante comprender que no solo son mis razones las que tienen valor; también las razones del otro contienen una motivación o justificación.

6.     Llegar a un acuerdo con esa(s) persona(s), asumiendo compromisos mutuos y asegurando la buena voluntad, si lo deseas, puedes explicarle a la otra persona, cuánto se van a beneficiar los dos al convivir en paz. (Romero, Pablo De Jesús).

Observación: si la persona definitivamente no desea acceder, no demuestra ningún interés en resolver el conflicto; entonces el paso a seguir es asesorarse con una autoridad y continuar con un proceso legal. En el caso de ser un conflicto interno en el que tienes un dilema por resolver y no tomas ninguna decisión y dejas pasar el tiempo; existe una alta posibilidad de que ese conflicto interno no resuelto se te convierta en una verdadera calamidad.

Todo este proceso se hace en un ambiente de buen trato, actuando con argumentos y evidencias.

La ética de la argumentación en la interacción cotidiana y en la resolución de conflictos

 En una ética de la argumentación, el obrar está mediado por la comprensión del bien o daño que nos hacemos, le hacemos a otros y al mundo. En la comprensión de una ética de la argumentación, el obrar bien no está mediado por la obediencia de una norma o ley religiosa o civil y por el temor a un castigo divino, militar o civil por su incumplimiento, sino por su sentido y significado en la construcción de una sociedad con seres humanos con madurez mental. Romero, P. (2008, p. 51).


Compromiso Evaluativo 5, para socializarlo en clase:

Conflictos

Siempre y cuando un conflicto se aborde de forma correcta y se pongan en marcha las diferentes técnicas de resolución pacífica de conflictos que existen, es posible transformar situaciones violentas y poco agradables en un espacio donde todos los involucrados podamos participar, aprender y crecer


Conflictos, los hay de todos los tamaños y forman parte de nuestro día a día; ya sea en el trabajo, en el vecindario e incluso en las instituciones educativas, los conflictos siempre están presentes y son inherentes a todas las relaciones humanas. Pero ¿Qué entendemos por conflicto? Para el renombrado profesor Jares, conocido por su amplio trabajo en el campo de la educación para la paz, un conflicto es “aquel proceso de incompatibilidad entre personas, grupos o estructuras sociales, mediante el cual se afirman o perciben intereses, valores y/o aspiraciones contrarias”. Asimismo, todo conflicto consta de tres elementos fundamentales: personas, proceso y el problema o diferencia.

A lo largo de la historia se le ha atribuido a la esencia de la palabra “conflicto” una connotación negativa. Cuando pensamos en un conflicto se nos viene a la mente una confrontación o diferencia entre dos partes que termina en una respuesta violenta; sin embargo, el conflicto humano per se no implica violencia, más bien es la gestión del conflicto, es decir, la manera de abordar el conflicto y la forma en la que se maneje, lo que será vital para determinar su resultado. ¿Alguna vez habías imaginado que un conflicto que se logra canalizar de forma correcta puede llegar a ser una oportunidad para generar un cambio positivo? Sí, tal como lo señala el proyecto “duIN!” en su guía de “Resolución Pacífica de Conflictos”, el conflicto también cuenta con aspectos muy positivos:

• Evita los estancamientos, estimula el interés y la curiosidad, es la raíz del cambio personal y social, y ayuda a establecer las identidades tanto personales como grupales.

• Ayuda a aprender nuevos y mejores modos de responder a los problemas, a construir relaciones mejores y más duraderas, a conocernos mejor a nosotros mismos y a los demás.

Siempre y cuando un conflicto se aborde de forma correcta y se pongan en marcha las diferentes técnicas de resolución pacífica de conflictos que existen, es posible transformar situaciones violentas y poco agradables en un espacio donde todos los involucrados podamos participar, aprender y crecer. Depende de nosotros, los ciudadanos en búsqueda de un mundo más justo y en donde haya una mayor convivencia, dejar en el pasado la vía violenta para solventar las diferencias y dotarnos de conocimientos y herramientas que nos sirvan no solo para prevenir, sino también para afrontar de forma constructiva todo tipo de conflictos. Como lo señala Jacques Delors en el informe a la UNESCO de la Comisión Internacional sobre la Educación para el siglo XXI, “la educación  constituye un instrumento indispensable para que la humanidad pueda progresar hacia los ideales de paz, libertad y justicia social”. Es imprescindible que como sociedad aprendamos a vivir juntos, desarrollemos la comprensión del otro y nos preparemos para darle a los conflictos de cualquier índole que puedan surgir una solución pacífica.


Se entiende por “técnicas de resolución pacífica de conflictos” la suma de los métodos y las técnicas diseñadas para brindarle a las partes en conflicto una solución pacífica que logre la satisfacción de sus intereses. El capítulo VI de la “Carta de las Naciones Unidas”, que se enfoca en el arreglo pacífico de controversias, menciona en el artículo 33 algunas de las técnicas mayormente utilizadas ante un conflicto: la negociación, la mediación y el arbitraje. Según la Cátedra de la Paz y Derechos Humanos “Monseñor Oscar Arnulfo Romero” de la Universidad de Los Andes, “la negociación es un proceso mediante el cual las partes involucradas en un conflicto buscan soluciones alternativas y satisfactorias de acuerdo a sus intereses y sin menoscabar los intereses del otro”; en otras palabras, es tratar un asunto para llegar a un acuerdo o solución que satisfaga a ambas partes. No obstante, al momento de negociar es necesario que tengamos claro ciertos aspectos clave que nos servirán para encauzar el proceso hacia un resultado exitoso, como el establecimiento de los objetivos y las metas a alcanzar, al igual que los límites a los que se pretende llegar y los valores que guiarán la acción; lo que se va a pedir; la manera en que se va a hacer; tener diferentes opciones para evitar el cierre en una sola acción y dar otra propuesta en caso de que la que se presente no sea aceptada o la más correcta. (Carrillo, 2011).

Por otra parte, la mediación también supone una técnica de resolución pacífica de conflictos en la que una persona o grupo externo al conflicto interviene y ayuda a las partes involucradas a llegar a una resolución del problema. Usualmente se recurre a la mediación cuando las partes en conflicto no logran ponerse de acuerdo y buscan a un mediador que desde el umbral de la imparcialidad les guíe en la búsqueda de una solución. El mediador no tiene autoridad para imponer una solución, simplemente es alguien entrenado para asistir a otras personas en conflicto y guiarlas hasta que sean ellos mismos quienes lleguen a una solución consensuada. Finalmente llegamos al arbitraje, que a diferencia de la mediación es un modo de resolución de conflictos en el que un tercero, a quien se le ha atribuido con poder, decide la resolución que le parezca justa en relación al conflicto presentado; la Cátedra de la Paz lo define como “un mecanismo mediante el cual los conflictos pueden ser resueltos por particulares que no revisten la calidad de jueces estatales conforme a reglas de equidad”.

Afrontar los conflictos de manera constructiva y no de una forma violenta nos permite crear espacios de aprendizaje que nos acerquen cada día más hacia una cultura de respeto y convivencia ciudadana. Ser capaces de escuchar y ser escuchados es la llave hacia un futuro donde reinen las relaciones interpersonales más sanas y diversas, uno en donde la diversidad se celebre en lugar de ser motivo de disputas. Ya lo decía Martin Luther King una vez, “hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces; pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos”.

Resolución de conflictos

Realiza un resumen en tu cuaderno sobre los siguientes videos, socializarlo en clase.

VIDEO 1 https://www.youtube.com/watch?v=qqtVce1gWeM

VIDEO 2 https://www.youtube.com/watch?v=ep-nqKR39V4

VIDEO 3 https://www.youtube.com/watch?v=aDWZVBvNo_o

VIDEO 4 https://www.youtube.com/watch?v=ZXTgaxei_Uw

VIDEO 5 https://www.youtube.com/watch?v=lsHwKU_5xqM

VIDEO 6 ESCOJE 5 FRASES SABIAS Y ESCRIBE EN CADA UNA  ¿PORQUE TE GUSTARON ?

https://www.youtube.com/watch?v=7_KlEHXZjzc

https://www.youtube.com/watch?v=NnN4MDenqXY

VIDEO 7 https://www.youtube.com/watch?v=Pr-0Rz6Ga0M

VIDEO 8 https://www.youtube.com/watch?v=rHd242UtyFc

VIDEO 9 https://www.youtube.com/watch?v=PvXKPOQn1Rk

VIDEO 10 https://www.youtube.com/watch?v=PzmM89Ho1lg


Compromiso Evaluativo 6, para socializarlo en clase:

¿Qué son las Competencias Ciudadanas?

Las competencias ciudadanas son el conjunto de conocimientos y de habilidades cognitivas, emocionales y comunicativas. Que, articulados entre sí, hacen posible que el ciudadano actúe de manera constructiva en la sociedad democrática.

Retomando el concepto de competencia como saber hacer. Se trata de ofrecer a los niños y niñas las herramientas necesarias para relacionarse con otros. De una manera cada vez más comprensiva y justa y para que sean capaces de resolver problemas cotidianos.

Las competencias ciudadanas permiten que cada persona contribuya a la convivencia pacífica. Participe responsable y constructivamente en los procesos democráticos. Y respete y valore la pluralidad y las diferencias, tanto en su entorno cercano, como en su comunidad, en su país o en otros países.

Competencias ciudadanas Habilidades para saber vivir en paz

  • Las competencias ciudadanas son un conjunto de habilidades cognitivas, emocionales y comunicativas, que debemos desarrollar desde pequeños para saber vivir con los otros y sobre todo, para actuar de manera constructiva en la sociedad.
  • Con las competencias ciudadanas, los estudiantes de toda Colombia están en capacidad de pensar más por sí mismos, decidir lo mejor para resolver sus dilemas, encontrar la forma justa de conciliar sus deseos y propósitos al lado de los que tienen los demás. Desarrollan habilidades que les permiten examinarse a sí mismos; reconocer sus reacciones y sus actos; entender por qué es justo actuar de una manera y no de otra; expresar sus opiniones con firmeza y respeto; construir en el debate; cumplir sus acuerdos, proponer, entender y respetar las normas.
  • Hablamos de estudiantes que aprenden a ser ciudadanos, a manejar mejor las situaciones que se nos presentan en nuestras relaciones con los demás y, especialmente, a superar sin violencia situaciones de conflicto. Niños, niñas y muchachos que aprenden a construir en el debate y a ganar confianza; que encuentran acuerdos de beneficio mutuo convertidos en oportunidades para el crecimiento, sin vulnerar las necesidades de las otras personas.
  • Con estas habilidades, los jóvenes estarán más capacitados para transformar la vida de los colegios, de sus padres y familia; para transformar y construir una nueva sociedad pacífica, democrática y respetuosa de las diferencias, tanto en su entorno cercano, como en el entorno internacional.

Definición y alcance del concepto de resiliencia La resiliencia ha sido definida como la habilidad para surgir de la adversidad, adaptarse, recuperarse y acceder a una vida significativa y productiva. Desde la psicología ha sido definida como la capacidad de los sujetos para recuperarse o sobreponerse a tragedias o períodos de dolor emocional e incluso salir fortalecido. Por su parte, Manciaux (2003) la define como la capacidad de lograr estados de bienestar superiores con el uso de recursos latentes e insospechados, proyectándose hacia el futuro, a pesar de condiciones de vida traumáticas. En la resiliencia se evidencian dos componentes que se complementan: el primero hace alusión a resistirse a la destrucción, es decir, protegerse de la adversidad; el segundo se refiere a construir una vida significativa, esto es, ser capaz de sobreponerse y salir fortalecido de las situaciones adversas (Vanistendael, 2002). Los comportamientos resilientes acompañan a la humanidad desde sus orígenes, sin embargo la construcción del concepto es relativamente reciente2. En la década de los ochenta Werner y Smith (1989) citados por Acevedo y Mondragón (2005) realizaron investigaciones sociales tratando de abordar el siguiente interrogante: ¿Qué hace a las personas o a las comunidades ser capaces de resistirse a la destrucción y construir una vida significativa a pesar de la adversidad? Estos investigadores realizaron un estudio longitudinal sobre los trastornos del desarrollo en niños y niñas que vivían en situaciones de pobreza extrema y provenían de familias con problemas disfuncionales. Les llamó la atención que un significativo número de personas, de la población en estudio, logró concretar historias de vida exitosas a pesar de las condiciones adversas que confluyeron durante su infancia.

En la actualidad la resiliencia se considera una capacidad para afrontar no solo las grandes pérdidas, sino también para superar, individual o colectivamente, situaciones significativamente difíciles, posiblemente no tan traumáticas, pero importantes para quienes las afrontan. La capacidad de ser resiliente se pone a prueba, en especial, en situaciones extremas; sin embargo, facilita también la superación de eventos estresantes que afectan a las personas durante períodos más o menos extendidos. Se ha ido precisando que la resiliencia no solo funciona como alternativa de superación de eventos traumáticos sucedidos (fortaleza reactiva), sino que también puede actuar como escudo protector construido de manera anticipada, operando como activador de actitudes defensivas ante la presencia de situaciones riesgosas (fortaleza preventiva).

La resiliencia depende también de la presencia de características y habilidades individuales (factores internos) relacionados con el temperamento, la actitud, las competencias intra personales y las competencias inter personales. Los temperamentos flexibles, independientes, activos, sociales y adaptables, facilitan el desarrollo de las competencias individuales y sociales que permiten afrontar la adversidad de mejor manera. Una actitud positiva, optimista, esperanzadora, un sentido del humor positivo y una disposición a concretar los sueños y metas individuales, facilitan afrontar las adversidades. Las competencias intra personales vinculadas con la resiliencia están relacionadas con la auto percepción: los niños y niñas que durante su infancia logran desarrollar sentimientos de aceptación y aprecio hacia sí mismos (autoestima positiva), que se sienten capaces y se motivan para alcanzar las metas que se plantean (auto eficacia), que valoran sus fortalezas y se proponen superar sus debilidades (auto valoración), que regulan los impulsos y emociones ante sucesos estresantes o peligrosos, facilitando la toma oportuna de decisiones y la recuperación rápida del balance emocional (auto control emocional) y practican comportamientos a favor o en defensa de sí mismos, protegiéndose de elementos riesgosos (auto cuidado), logran afrontar con éxito eventos adversos.

 Por su parte, las competencias inter personales, incluyen la habilidad para asumir el contacto con el mundo externo, establecer relaciones sociales asertivas (capacidad de relacionarse), captar las necesidades emocionales de los demás y responder adecuadamente a las mismas (empatía). De igual manera, contribuye a expresar a otros de manera efectiva y asertiva las dificultades, necesidades y requerimientos, que surgen del vivir o afrontar situaciones de riesgo (comunicación efectiva). Lo anterior contribuye a que los sujetos sean capaces de aceptar, analizar y comprender racionalmente las situaciones adversas (toma de perspectiva) y a generar de manera creativa diferentes alternativas de solución ante dichas situaciones (solución de dificultades). Estos cuatro elementos (temperamento, actitud, competencias intra personales y competencias inter personales), se relacionan entre sí de manera dinámica, favoreciendo la activación de la resiliencia, tal como se indica en el siguiente esquema: Características temperamentales Flexibles Independientes Activos Sociales Adaptables Características actitudinales Positivos Optimistas De afrontamiento Sentido del humor positivo Orientados hacia el futuro Competencias intra personales Autoestima saludable Auto valoración positiva Auto eficacia orientada hacia el logro Auto cuidado Control emocional Competencias inter personales Capacidad de relacionarse Empatía Comunicación efectiva Toma de perspectiva Solución de dificultades.

La relación entre resiliencia y competencias ciudadanas La relación entre las competencias ciudadanas y la resiliencia es compleja, dinámica y se explicita en algunos elementos comunes: a) ambas corresponden a comportamientos y actitudes de personas que se caracterizan por ser constructivas consigo mismas y con la sociedad; b) las dos requieren para su desarrollo de ambientes incluyentes, participativos, protectores y garantes de derechos; c) la presencia o activación de cada una de ellas aumenta la probabilidad de consolidación de la otra. La relación estrecha entre resiliencia y competencias ciudadanas se hace aún más cercana cuando ubicamos a estas últimas en contextos de violencia. Podría aseverarse que la resiliencia es una competencia personal compleja, fundamental para el desarrollo de competencias ciudadanas en contextos de violencia y de alta vulnerabilidad. La formación ciudadana y el desarrollo de la resiliencia posibilitan el afianzamiento de las competencias cognitivas, emocionales, comunicativas e integradoras que requieren los estudiantes para afrontar las situaciones de adversidad, construir proyectos de vida exitosos, convertirse en fuentes de bienestar para ellos mismos y para su comunidad e insertarse de manera pro activa y crítica a su medio familiar, escolar y social. El fomento de la resiliencia en el ámbito escolar y comunitario es importante para establecer vínculos sociales, actitudes y comportamientos positivos, reafirmar los valores y evitar el aislamiento social que conduce a otros problemas graves, como la violencia y la discriminación.

Realiza un resumen en tu cuaderno sobre los siguientes videos, socializarlo en clase:

VIDEO 1 https://www.youtube.com/watch?v=UGpjKMOndqI

VIDEO 2  https://www.youtube.com/watch?v=-zHOzw9Kq2c

VIDEO 3 https://www.youtube.com/watch?v=KpFNmI-e9SU

VIDEO 4 https://www.youtube.com/watch?v=88GDfphANGo

VIDEO 5 https://www.youtube.com/watch?v=ywsRgOWHnA0

Compromiso Evaluativo 7, para socializarlo en clase:

Desigualdad social: de qué hablamos exactamente

La desigualdad social es una de las lacras actuales. Veamos qué es, cómo se produce y las consecuencias que acarrea. Familias con hijos e hijas como la tuya están sufriendo sus efectos en su vida cotidiana. ¡Implícate!

Definición de desigualdad social

La desigualdad social es una situación socioeconómica que se presenta cuando una comunidad, grupo social o colectivo recibe un trato desfavorable con respecto al resto de miembros del entorno al que pertenecen.

¿Cómo se manifiesta?

No solo se manifiesta en aspectos como el poder adquisitivo, que es sin duda la causa principal de la exclusión y la falta de oportunidades en muchos lugares del mundo.

Otros elementos que pueden motivar la desigualdad social son la cultura, la etnia, la raza, la religión, el origen y la nacionalidad, las costumbres y la ideología.

¿Qué implica?

Es por esto que en casi todos los casos la desigualdad social conlleva, además de una situación de marginación y aislamiento, el señalamiento de esos grupos sociales que se han visto afectados directamente por esta circunstancia. Quédate con esta idea y reflexiona cómo puede llegar a afectar este hecho a las familias con menores, porque hay mucho más que contar...

¿Siempre ha existido la desigualdad social?

No es una problemática reciente. ¡Veámosla!

Desigualdad y privilegios desde la antigüedad

La lucha por alcanzar una igualdad social plena ha ido variando a lo largo del tiempo en función de los cambios que han experimentado las sociedades.

Nunca ha existido un sistema socioeconómico completamente igualitario. De hecho, los privilegios y las jerarquías sociales han existido incluso desde las primeras formas de organización social que surgieron en la antigüedad.

El reconocimiento de los derechos del ser humano

La lucha contra la desigualdad social ha transcurrido paralelamente a la aparición de los derechos fundamentales. La Declaración de los Derechos del Hombre, en 1789, y la aprobación de la Carta de los Derechos Humanos, en 1948, son dos acontecimientos esenciales en este sentido.

Ambos textos elaboraron el marco necesario para el reconocimiento de los derechos inherentes a la condición humana, entre ellos, el de la igualdad y sus diferentes manifestaciones: social, política, económica o cultural.

Hoy día, pese a que los Derechos Humanos constituyen un concepto general al cual se han adherido casi todas las naciones del mundo, la situación de desigualdad social no está del todo erradicada.

Por el contrario, existen indicios claros de que en los últimos años ha ido en aumento, lo cual le convierte en uno de los principales retos para la gobernanza mundial en el siglo XXI.

Acabar con la desigualdad: objetivo de la ONU

La Organización de las Naciones Unidas incluyó la lucha contra la desigualdad social como uno de los objetivos prioritarios de gobernanza mundial en los próximos 30 años, especialmente en países en vías de desarrollo o en contextos marcados por la pobreza, la exclusión y la marginalidad.

Los datos sobre la desigualdad mundial

Oxfam Intermón alertaba, en una nota de prensa en 2016, de la gravedad en materia de desigualdad social debido a la disparidad de ingresos entre unos grupos privilegiados de la población y la gran mayoría de esta.

  • Un 1% de la población mundial posee más riqueza que el resto de las personas.

  • Se incrementa la brecha salarial entre las personas trabajadoras con mayor y menor retribución.

  • La mayor parte de las personas trabajadoras peor asalariadas en el mundo son mujeres. Estas madres trabajadoras se enfrentan a una cuestión que atañe a la calidad de la vida diaria de su familia.

Reflexionando sobre estos datos, es fácil comprobar que la desigualdad de ingresos se ha convertido en uno de los principales obstáculos para alcanzar el desarrollo social.

Pero no es simplemente una cuestión económica o de rentas mínimas. Tiene que ver, y mucho, con la posibilidad de cubrir o no las necesidades básicas, y hacer efectivos los derechos de toda la ciudadanía y con cómo las familias con niños y niñas están viéndose afectadas por ello. Por suerte, no todo está perdido.

¿Cuáles son las principales causas de la desigualdad social?

La desigualdad social es un problema estructural. Es decir, está enquistada en los sistemas políticos y económicos que determinan el rumbo de nuestras sociedades, y quizá de ahí provenga la dificultad para combatirlos definitivamente.

Como decíamos antes, es una situación cuyas causas varían según las características de cada lugar, región, país o continente. Sin embargo, si echamos una mirada de carácter general al problema, se pueden identificar claramente algunas causas estructurales. Lee con atención la siguiente lista con 7 de ellas:

  • Corrupción

Los sistemas de gobernanza, además de ser en muchos casos ineficaces, tienen altísimos índices de corrupción y opacidad. No saber en qué se invierte el gasto público ni los mecanismos de contratación y gestión contribuye a que el dinero público acabe en manos de unos pocos grupos. Y esto, a su vez, es una causa directa de la pobreza y la desigualdad social: lo que en principio estaba destinado a mejorar la calidad de vida de las personas, ha acabado en manos de terceros. Cuanta más corrupción, más desigualdad social.

  • Sistemas fiscales inequitativos

La desigualdad social se aprecia a través de las contribuciones de los grupos que conforman una comunidad. Lo lógico sería pensar que los que tienen capitales más grandes sean los que más aportes realicen a los sistemas tributarios o de tipo fiscal. Pues no siempre es así, lo cual permite que las clases más favorecidas aumenten sus beneficios y los grupos sociales marginados lo tengan más difícil para ascender en la escala social.

  • Privatización de servicios públicos

En muchos países del mundo, la privatización de servicios públicos ha pasado de ser una opción de gestión a convertirse en un obstáculo para el cumplimiento de derechos fundamentales de la población. Hablamos del agua, la energía, la salud o la educación, entre otros. En los casos más extremos, la privatización es un sinónimo de exclusión y marginación de ciertos colectivos.

  • Distribución injusta de la inversión y el gasto público

Casi todos los casos de desigualdad social que apreciamos se originan en una injusta inversión del gasto público, es decir, de los fondos comunes en cualquier sociedad. En muchos lugares del mundo, los grupos sociales que más tienen se erigen en el derecho de acaparar el grueso de los recursos que, en realidad, pertenecen a toda la ciudadanía; de esta manera la brecha social se ensancha.

  • Acceso desigual al conocimiento

El conocimiento, la información y las nuevas tecnologías son elementos vitales para el desarrollo de cualquier sociedad. Pero si estos están en manos de unos pocos grupos, que además los usan a su antojo y según sus beneficios, la labor inicial que deberían tener acaba tergiversada. Esto también supone la difusión de imágenes e ideas que no se corresponden con la realidad, lo cual genera sociedades desinformadas y que muchas veces toman decisiones en contra de sus propios intereses. En estos casos es cuando queda clara la importancia del control y la restricción del conocimiento.

  • Marginación de espacios públicos de incidencia

Otra forma de desigualdad social, aunque quizá más sutil que las anteriores, se aprecia cuando las instituciones, entidades y organismos públicos se revelan bajo el dominio de unos pocos grupos. Cuando esto pasa, la intención de dichos grupos es excluir al resto de las personas para que no puedan acceder al Estado como tal y, por tanto, no participen activamente de las decisiones que a todos les incumben. Las sociedades que no confían en sus organismos públicos son casi siempre las más desiguales; la falta de interés y la desafección por los asuntos públicos constituyen otra fuente directa de desigualdad social.

  • Guerras y conflictos armados

Por lo general, la guerra no solo es una manifestación de la falta de convivencia, tolerancia y respeto por los distintos grupos sociales que interactúan dentro de un mismo espacio. También se usa como un método para reforzar el poderío de ciertos grupos sociales sobre otros, bien sea por razones religiosas, culturales, ideológicas, étnicas, raciales o de origen. Quienes ganan las guerras, además, son casi siempre los que se apoderan del derecho de acceder a los recursos y las fuentes de ingresos que en principio tienen una naturaleza común.

Desigualdad social: consecuencias para el futuro

A la hora de examinar las consecuencias de la desigualdad social, es preciso afirmar que esta no solo se traduce en la inequidad de ingresos y rentas, sino también en otros factores. Veamos algunos de ellos:

  • Inmigración y desplazamiento forzoso. La marginación y la exclusión son dos de las principales razones para que las personas decidan dejar sus hogares e ir en busca de una vida mejor. De ahí los altos flujos migratorios hacia las zonas del mundo más desarrolladas, por ejemplo, Europa o Estados Unidos. Cuando el principal motivo para ello son las guerras, se habla de desplazamiento forzoso.
  • Excluir a determinados grupos sociales genera un incremento en los índices de pobreza. Al haber menos recursos y oportunidades para ascender en la pirámide social, las personas desfavorecidas quedan condenadas a ocupar un renglón secundario o terciario en las sociedades.
  • Desnutrición y crisis alimentarias. La capacidad adquisitiva limitada se refleja inmediatamente en los ingresos y, sobre todo, en cuestiones como el tipo de alimentación. Los contextos marcados por la pobreza son el caldo de cultivo idóneo para problemas como la desnutrición y, en los casos más agudos, las crisis alimentarias. No es extraño, pues, que los países más pobres del mundo sean los últimos en las listas de bienestar alimentario.
  • Uno de los derechos fundamentales que se ve afectado en contextos de desigualdad social es la educación, algo que a su vez genera un tipo de sociedad con menor acceso al conocimiento y menos consciente del rol de sus ciudadanos. La educación es un sinónimo directo de oportunidades, desarrollo, emprendimiento y herramientas de superación.

Alternativas globales para combatir la desigualdad social en el mundo

¿Se puede hacer algo para solucionar esta realidad? ¿Son necesarias soluciones globales? ¿Cómo puedes ayudar? Vamos a repasar algunas de las opciones que se podrían llevar a cabo para frenar la creciente desigualdad mundial. ¡Te interesa!

Invertir en cooperación y desarrollo

Poner en marcha proyectos de cooperación y ayuda al desarrollo es una de las vías para reducir la desigualdad.

Los países más desarrollados deberían destinar más recursos o abrir nuevos canales para las donaciones y contribuciones, e implicarse de lleno en el diseño de iniciativas de este tipo, destinadas a los países o regiones con mayores necesidades sociales.

Garantizar la protección de las personas civiles en emergencias humanitarias

Los conflictos bélicos son una causa directa de las migraciones forzosas en el mundo.

Para mitigar los efectos de esta situación, los países desarrollados pueden acoger y atender a las personas refugiadas o desplazadas. Por ejemplo, el reasentamiento es una de las herramientas para garantizar una vía segura y legal a la población que se ve obligada a huir de su país y refugiarse en un país vecino, y evita que estas personas se encuentren en una situación aún más vulnerable.

Exclusión social: 

Todos queremos vivir en una sociedad que brinde a todas las personas las mismas oportunidades, donde se escuche nuestra voz y podamos vivir felizmente. Desgraciadamente, muchas personas viven privadas de derechos humanos, oportunidades y recursos.

La exclusión social es una situación en la que no todas las personas tienen el mismo acceso a las oportunidades y servicios que les permiten llevar una vida digna y feliz: desde no poder participar y que se escuche su voz sobre las normas de la sociedad en la que viven, a no acceder a servicios e infraestructuras básicas como la electricidad y el agua corriente, la educación pública, la sanidad o el sistema de bienestar social.

Se puede pensar en ello como si se tratara de una red eléctrica que conecta varias partes de la sociedad entre sí, proporcionando un enlace para que una parte de la sociedad disfrute de los mismos beneficios que los otros segmentos de la sociedad. La exclusión social se refiere a las zonas excluidas, es decir, las comunidades que no están conectadas a la red y no pueden disfrutar de los mismos beneficios y oportunidades que las demás. Estas suelen denominarse "marginadas", y "marginación social" es otro término utilizado para describir la exclusión social.

En teoría, todas las personas tienen una serie de derechos que deberían evitar estos apagones. Los derechos humanos otorgan a todo el mundo el mismo derecho a tener voz, a ser tratado con igualdad ante la ley y a participar en el debate público sobre la sociedad en la que viven. Y los derechos sociales, como la sanidad y la educación, pretenden garantizar que todo el mundo tenga la oportunidad de acceder a las mismas oportunidades y servicios básicos que están disponibles para cualquier otra persona. Pero cuando no se protegen estos derechos, o cuando algunos gobiernos trabajan activamente para denegarlos, se producen los apagones.

Realiza un resumen en tu cuaderno sobre los siguientes videos, socializarlo en clase:

VIDEO 1 https://www.youtube.com/watch?v=4Dfbd6QUzPA

VIDEO 2 https://www.youtube.com/watch?v=uLt2TCBO3Ng

VIDEO 3 https://www.youtube.com/watch?v=Q2veLF-tYQs

VIDEO 4 https://www.youtube.com/watch?v=ZBjtG9rAUww

VIDEO 5 https://www.youtube.com/watch?v=74upoEIvQQQ

¿Qué tipos de exclusión social existen?

La exclusión social puede producirse de muchas maneras y a distintos niveles. A menudo, sin embargo, existe un vínculo que conecta el hecho de sufrir exclusión en un ámito de la vida con estar excluido en otro. Por ejemplo, existe exclusión social cuando a ciertos grupos se les niega el mismo acceso a la educación que al resto de la sociedad. Pensemos en el pueblo gitano, por ejemplo, de muchos países. La falta de acceso a la educación les impide a su vez obtener las cualificaciones necesarias para lograr un buen empleo. Y la cosa no queda ahí, pues les impide encontrar un buen hogar donde poder formar una familia. Así que su exclusión del sistema educativo tiene un efecto dominó que los excluye de otras partes fundamentales de la sociedad. Este efecto y la falta de oportunidades para superarlo asimismo significan que la exclusión social a menudo se extiende de generación en generación, dejando permanentemente fuera de la red y excluidos a ciertos grupos.

Las personas pueden ser excluidas de la sociedad por varias razones. A menudo es porque pertenecen a un determinado grupo étnico o minoritario que sufre discriminación en su sociedad, pero también puede deberse a la forma de ser e identificarse de alguien. Las personas LGBTQI se han enfrentado durante mucho tiempo a una discriminación que ha afectado a su posibilidad de conseguir un empleo o incluso de acceder a ciertos lugares, como bares y restaurantes. Estos casos de exclusión social son en su mayoría consecuencia de discriminación directa.

Pero la discriminación indirecta también genera exclusión social. Las personas con discapacidad suelen quedar excluidas de la sociedad por fallos de infraestructuras básicas, como edificios sin ascensores o rampas. Esto, que para algunas personas puede pasar desapercibido, puede impedir que estas personas participen en la vida pública, compartan sus opiniones sobre cuestiones importantes o incluso voten y tengan voz en el futuro de su sociedad.

Asimismo, algunas normas que pueden parecer justas a primera vista también pueden ser causa indirecta de discriminación. Los trabajadores a tiempo parcial cobran menos que los trabajadores a tiempo completo, y a menudo obtienen menos beneficios, como salud y bienestar. Aunque esto pueda parecer justo, hay que tener en cuenta que las mujeres son mucho más propensas que los hombres a tener trabajos a tiempo parcial. O que los trabajadores de la economía colaborativa son mayoritariamente minorías étnicas. Así que las regulaciones laborales que no discriminan directamente a ciertos grupos, sin embargo, causan o exacerban la discriminación y la exclusión social.

Pobreza y exclusión social: ¿van de la mano?

A menudo, las personas excluidas socialmente también viven en la pobreza. Si no puedes permitirte cosas básicas como la comida, la ropa o un lugar donde vivir, o no puedes moverte en transporte público cuando lo necesitas o acceder a la atención sanitaria cuando estás enfermo o lesionado, probablemente también estés excluido de participar en muchas cosas de la sociedad. Y es cierto que las minorías étnicas están, en general, en peor situación económica que la mayoría. Las minorías étnicas tienen más dificultades para acceder a un empleo remunerado, a buenos colegios, a un buen nivel de vivienda o a centros sanitarios bien equipados y con personal suficiente. Así que la discriminación, tanto directa como indirecta, provoca la pobreza de las minorías étnicas con más frecuencia que la de otros grupos.

Pero es posible ser pobre de ingresos pero no vivir en la exclusión social. Las sociedades con un sistema fiscal redistributivo suelen ofrecer servicios públicos mejores y más accesibles. Proporcionar cosas como el acceso gratuito al transporte público, la sanidad o los locales sociales puede evitar que las personas que viven en la pobreza económica sufran exclusión social. Algunos países incluso están probando ideas como la renta básica universal, que también podría ayudar a sacar a la gente de la pobreza económica y de las formas de exclusión social ligadas a la pobreza.

¿Cómo afecta la exclusión social a la vida de las personas? ¿Hásta dónde llega su impacto?

Es evidente que la exclusión social puede tener un gran impacto en la vida de las personas. Hemos analizado varias ejemplos que lo demuestran. Y el hecho de que la exclusión de un área de la vida pueda estar relacionada con la exclusión de otra área de la vida subraya el impacto de esta en la vida de una persona. Si no puedes enviar a tus hijos a una buena escuela, o siquiera a la escuela, es posible que no puedan conseguir un buen trabajo. Si no puedes acceder a una buena atención sanitaria, puedes ser que enfermes y tengas que dejar tu empleo, sumiéndote en la pobreza económica.

En estos casos, resulta aún más difícil cambiar el statu quo. Cuando estás excluido socialmente, tienes más dificultades para que se escuche tu voz, y quienes detentan puede que no tengan muy en cuenta tu opinión acerca de sociedad y las leyes que la rigen. Incluso puede dificultar el voto, la forma más básica de influir en el futuro camino de la sociedad. Esto puede deberse a la exclusión social, pues llegar a un colegio electoral puede llevar demasiado tiempo o ser demasiado costoso, o a la discriminación directa, que omite a ciertos grupos étnicos en las listas de votantes o no realiza un recuento correcto en el censo.

Ejemplos de exclusión social en la vida cotidiana

Hemos visto algunos ejemplos de exclusión social, pero es importante ser consciente de lo "cotidiana" que es. Un buen ejemplo son los edificios que solo tienen escaleras. O los propietarios de bares y restaurantes que no atienden a personas LGBTQI. La exclusión social también es un hecho cotidiano en la educación. Algunas escuelas excluyen a personas de determinados grupos étnicos o religiosos, o deniegan el acceso a una persona con una discapacidad. La exclusión social también se produce en el ámbito policial. Cuando la policía centra sus esfuerzos en comunidades concretas, estas se enfrentan a una sospecha indebida y es más probable que estén más representadas en los índices de delincuencia en la sociedad, aunque en realidad no haya más delincuencia en esas comunidades que en otras. Como consecuencia, muchos propietarios de vivienda serán menos propensos a alquilar su casa a personas de estas comunidades.

Situación actual: ¿Cómo se gestiona la exclusión social en el mundo?

La situación varía radicalmente de un país a otro. Las sociedades con gobiernos más progresistas tienden a sufrir menos exclusión social. Por ejemplo, el sistema fiscal de los países escandinavos ha creado unos sistemas de bienestar envidiables que favorecen que comunidades e individuos que de otro modo se enfrentarían a la exclusión social puedan tirar para adelante. Otras pequeñas iniciativas, como la de Berlín, que permite a las personas sin hogar utilicen el sistema de transporte público gratuitamente, también contribuyen a evitar la exclusión social.

Pero en demasiados países, la exclusión social sigue siendo un gran problema. Y se ha exacerbado con el auge de los populismos autoritarios. Para ellos, la exclusión social forma parte de su caja de herramientas. Se aprovechan de la exclusión social para dividir a las clases trabajadoras en función de la raza y alentar el odio hacia las minorías, a las que culpan de problemas como la pobreza, creando así chivos expiatorios a los que culpar de sus propios fallos, y generando un sentimiento de miedo que puede ser un motor útil durante las elecciones.

Compromiso Evaluativo 8, para socializarlo en clase:

Realiza un resumen en tu cuaderno sobre los siguientes videos, socializarlo en clase:

VIDEO 1 https://www.youtube.com/watch?v=CwzjlmBLfrQ

VIDEO 2 https://www.youtube.com/watch?v=wz8U9YMNEMI

VIDEO 3 https://www.youtube.com/watch?v=uiArynmiyXc

VIDEO 4 https://www.youtube.com/watch?v=PHI9lvJx9bw

VIDEO 5 https://www.youtube.com/watch?v=vw3HcORhsIE

¿Cómo luchar contra la exclusión social?

Para luchar contra la exclusión social, es preciso construir sociedades más inclusivas. Las políticas y reglamentos pueden contribuir a ello. La creación de un salario mínimo básico que saque a las personas de la pobreza económica tendrá un efecto dominó que puede sacarlas de la exclusión social en otros ámbitos. Un sistema fiscal con un sistema de bienestar social sólido puede permitir que grupos socialmente excluidos accedan a los mismos servicios básicos que los demás. Y pueden ayudar a garantizar que aquellas personas que sufren dificultades importantes, como una enfermedad o una lesión, tengan la red de seguridad necesaria para evitar caer en la exclusión social.

Asimismo, es importante garantizar que los gobiernos se preocupen por los grupos socialmente excluidos: endurecer las normas relativas a los lobbys, cerrar los vacíos legales que favorecen la corrupción y apoyar a las organizaciones de la sociedad civil que ayudan a las personas a participar en la vida cotidiana y en el debate público son cosas que ayudarán a acabar con la exclusión social. Al fin y al cabo, todos queremos vivir en una sociedad que nos brinde las mismas oportunidades que a cualquier otra persona para que se escuche nuestra voz y poder vivir felizmente.

Compromiso Evaluativo 9, para socializarlo en clase:

Realiza un resumen en tu cuaderno sobre los siguientes videos, socializarlo en clase:

VIDEO 1 https://www.youtube.com/watch?v=iR5CG5xhf1k

VIDEO 2 https://www.youtube.com/watch?v=YhRO-J3f-ZA

VIDEO 3 https://www.youtube.com/watch?v=hRBnELOeUuo

VIDEO 4 https://www.youtube.com/watch?v=Sz2vjP0vBBE

VIDEO 5 https://www.youtube.com/watch?v=tuH5e9kZ63Q

Compromiso Evaluativo 10, para socializarlo en clase:


La ley del amor

Santo Tomás de Aquino fue un sabio que murió a los 49 años (1225-1274). Tuvo un conocimiento portentoso del corazón del hombre y del corazón de Dios. La Suma Teológica es un monumento de sabiduría.

Al hablar del amor afirma que Cristo dejó “una ley sencilla” que todo hombre puede conocer y cumplir, la regla de todo acto humano.

Así como una cosa es buena y recta cuando se adecua a la regla, toda acción humana se llama recta y virtuosa cuando nace del amor.

Amar es colmar todos los deseos del corazón, capaz de infinito. “Quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él (1 Jn 4, 16). Quien ama es amante, que por amar se transforma en el amado. Si amo a Dios me vuelvo divino, me hago un solo espíritu con el Señor (1 Co 6, 17).


Significado de Amor a Dios

Qué es Amor a Dios:

Amor a Dios se refiere a conectar la mente, el corazón y el alma para hacer todo aquello que haga feliz a Dios, de allí que sea el primer y más importante mandamiento para los cristianos.

Amar a Dios es una actitud que implica voluntad, reflexión y compromiso, es decir, proyectar el amor que él nos da a través de nuestro espíritu y acciones diarias.

Cabe destacar que Dios es amor, y que su amor lo demostró a través de Jesucristo. Por tanto, amar a Dios es aceptar que él está en nuestro espíritu.

Cuando un individuo ama es porque reconoce su voluntad por ser sincero y por realizar sacrificios a fin de hacer feliz al ser amado, lo que implica aceptar que no siempre se puede hacer lo que genere gozo o disfrute. Por ello, amar a Dios se refiere a hacer su voluntad y fundamentar nuestros deseos y actos en sus mandamientos y palabra.

En este sentido, hay que amar a Dios como él quiere ser amado y no como nosotros queramos amarlo. Por ejemplo, en una relación las personas suelen ser cariñosas, atentas y obsequian aquello que le gusta a su pareja a fin de agradarla y hacerla sentir especial, por tanto, no se da aquello que queremos o nos gusta a nosotros mismos.

Por ello, la mejor manera de demostrar el amor a Dios es alineando lo que sentimos y deseamos a través de nuestra mente, corazón y alma (ya que trabajan juntos) y, de esta manera fundamentar nuestra voluntad a la de Dios.

Ahora bien, si por el contrario se desvía la mente, el corazón o el alma, es porque el individuo está cayendo en pecado y no es capaz de reflejar y demostrar los mandamientos y palabra de Dios. No obstante, se puede volver a la voluntad de Dios a través de la oración, la confesión o de la comunión.

Mente, corazón y alma

Es necesario que el amor a Dios se dé a través de la mente, el corazón y el alma porque son tres partes complementarias que trabajan juntas a fin de integrar aquello que pensamos, sentimos y reflejamos al exterior.

Amor a Dios y la mente

La mente está compuesta de emociones y voluntad. La mente es donde se toman las decisiones y se distingue lo correcto de lo incorrecto, y la verdad de la mentira.

Por tanto, la mente es un espacio espiritual de reflexión y entendimiento, por lo que es importante que mente y espíritu estén conectados, en especial con el amor a Dios, de esta manera se sentirá paz y armonía.

Amor a Dios y el corazón

El corazón funciona junto con la mente porque está conectado con la voluntad, nos permite sentir amor, miedo o culpa: es donde fluyen todas las emociones.

El corazón es esencial para vivir y experimentar el sentimiento de amor a Dios, que luego será expresado a través de acciones. Dios entra en nuestro corazón a través de la mente y nuestras reflexiones.

Amor a Dios y el alma

El alma es el reflejo de nuestro corazón, sentimientos y creencias. A través del alma nos expresamos y exponemos nuestra personalidad, por eso es tan importante que la mente, el corazón y el alma estén alineados o conectados, porque el resultado final, es decir, las acciones, son las que exteriorizan nuestro amor a Dios.

Realiza un resumen en tu cuaderno sobre los siguientes videos, socializarlo en clase:

VIDEO 1 https://www.youtube.com/watch?v=L2HGdMaUyhs

VIDEO 2 https://www.youtube.com/watch?v=PABq5NEMhuU

VIDEO 3 https://www.youtube.com/watch?v=LZTYVez52Cw

VIDEO 4 https://www.youtube.com/watch?v=-YkwFCN1BrI

VIDEO 5 https://www.youtube.com/watch?v=chJxYTvt770

VIDEO 6 https://www.youtube.com/watch?v=YfIYeaIJEf4

VIDEO 7 https://www.youtube.com/watch?v=OpBsaTxoRJI

VIDEO 8 https://www.youtube.com/watch?v=t3-nL17wZdw







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